Silvia ha encontrado un hueco para contestarnos muy amablemente a nuestras preguntas vía mail.
En Días de Vino y Rosas, tu personaje sufre una bajada a los infiernos de la mano del alcohol. ¿Cómo se prepara una actriz un personaje tan complejo y lleno de matices? ¿Ha sido fácil identificarse con una problemática que no te es cercana?
Cuando llegó el proyecto tuve una mezcla exacta de tremendo respeto y ganas. Creo que para un actor, interpretar a un alcohólico siempre implica riesgo, por defecto o por exceso. Afortunadamente Carmelo y yo nos pusimos a trabajar con todos nuestros miedos e ilusiones coco con codo. El trabajo con Alcohólicos Anónimos también fue una gran ayuda. Escucharles, observarles, asistir a sus reuniones… No han podido ser más generosos a la hora de mostrarnos y compartir con nosotros su enfermedad y lucha diaria.
Metida en la piel de un personaje así, ¿te cuesta mucho dejarlo en el camerino cuando acaba la función o, en el fondo, los actores no sois tan distintos de los oficinistas y cuando salís del trabajo ni os acordáis de él hasta que entráis a currar al día siguiente?
Yo no siento que me vaya con el personaje a casa (sería un tanto insoportable para mi gente), pero sí es cierto que por ejemplo cuando tengo doble función estoy como una moto, no hay quien me meta en la cama. Por muy cansada que me encuentre físicamente, la cabeza sigue en funcionamiento. El teatro es una subida de adrenalina importante y en este caso, esta función es una bajada a los infiernos. Los viernes y los sábados necesito tomar algo con los amigos, soltar, aflojar…
Has tocado muchos palos en teatro: obras clásicas (‘Romeo y Julieta’, ‘La Gaviota’), contemporáneas (‘Historia de una vida’) y hasta vanguardistas (como el teatro a oscuras de ‘Siglo XX que estás en los cielos’). ¿En qué género te sientes más cómoda? ¿Qué es lo próximo, monólogos dentro de una cámara hiperbárica?
Jajaja… ¡No estaría mal! Sería otro reto, ¿no? No tengo ni idea de lo próximo, pero ojalá implique contraste, dificultad e ilusión. No tengo preferencias por ningún género en concreto, me gustan los buenos proyectos se muevan por donde se muevan. Sí confesarte, que teatralmente me gustaría poder trabajar con Tomaz Pandur, con Andrés Lima.. Están haciendo cosas diferentes, arriesgadas, y eso creativamente apetece mucho.
Últimamente llevas un ritmo de trabajo brutal ¿Qué se lleva peor: el cansancio físico de grabar por el día y tener función (a veces doble) por la noche o el emocional de pasar de ser una mujer embarazada secuestrada a una madre alcohólica a punto de perderlo todo?
El cansacio emocional es mucho más bestia y profundo que el físico. Compaginar la serie con la obra ha sido tremendo. Simbólicamente casi una «deshidratación». Los dos personajes caminan de diferentes formas hacia la tragedia. Por eso creo que es importante mantenerse atento, relajado. Cuidarse. Estar conectado las 24 horas al dolor por trabajo no me parece muy saludable para el cuerpo, para la parcela personal de cada uno.
¿Tenéis planteado hacer alguna gira, visto el éxito de ‘Días de vino y rosas’? Sería una desgracia que la obra se quedase reducida a las funciones de Madrid…
¡Sí! Empezamos la gira en septiembre, hasta finales de enero. Cinco meses recorriendo España. Tengo ganas…
Trabajas en una serie española que nació envuelta en una polémica de plagio, pero que está obteniendo buenos datos de audiencia. ¿Crees que esta circunstancia ha quitado mérito al éxito de ‘Acusados’? ¿Qué opinas de esa polémica?
Es cierto. Yo creo que la mayoría de nuestras series españolas están basadas en ideas y proyectos americanos, que es verdad que el primer capítulo contiene una estructura y base muy similar a ‘Damages’, pero que a partir del segundo la cosa cambia, por eso las acusaciones de plagio no han seguido en pie. Sólo puedo decirte que trabajar en ella está siendo un gozo (a pesar de las torturas físicas y emocionales). Estoy rodeada de un equipo técnico y artístico de primera.
A veces los artistas terminan aborreciendo sus mayores éxitos. Alaska preferiría morir antes que cantar ‘A quién le importa’ en directo y María Garralón se morirá siendo Julia de Verano Azul. Pese a que llevas dieciséis años de carrera a tus espaldas, la gente todavía te recuerda por el personaje de Clarita en ‘Pepa y Pepe’. ¿Lo recuerdas con cariño o le has acabado cogiendo tirria? Es más, ¿te irrita esta pregunta tan manida?
No, al contrario. Soy más objetiva y tolerante con los trabajos propios pasados un tiempo. Aprendí y me reí muchísimo en esa serie. Fueron mis comienzos, esa primera oportunidad… que tanto se agradece cuando uno no tiene currículum alguno.
¿Has abandonado conscientemente los papeles cómicos de la etapa primera de tu carrera o ellos te han abandonado a ti?
¡Yo adoro la comedia! Pero llevo un año fino de tragedia. No todos los personajes cómicos pertenecen a la primera etapa. ‘A mi madre le gustan las mujeres’, ‘La Dama Boba’, ‘Enloquecidas’… son más cercanos. Pero sí, para qué vamos a negarlo, me llaman más para el drama.
Ahora que has probado todos los formatos, incluyendo cortometrajes, videoclips, publicidad… ¿Prefieres la garantía de trabajo y popularidad que supone una serie en TV, la proyección y prestigio que da el cine o el contacto con el público que te ofrece el teatro? ¿En qué medio te desenvuelves con mayor soltura?
Prefiero las buenas historias y proyectos. No todo el teatro es sagrado, ni toda la televisión basura. Elegir por popularidad, por prestigio… no me interesa. Para mí los diferentes medios son diferentes formas a investigar. Cada uno de ellos tiene su ritmo, su elaboración y lenguaje. La televisión ofrece resolución, eficacia y un ejercicio para la memoria. El cine es un proceso al detalle, analítico, una disciplina técnica y emocional muy rica a trabajar. El teatro es un ritual diario, un proceso creativo sin cortes, un avanzar pase lo que pase y una responsabilidad y contacto con el público que hace de él algo absoltamente poderoso, mágico y libre.
Las actrices españolas triunfan en Hollywood, como es el caso de Penélope Cruz. No cabe duda de que ha sido Pedro Almodóvar el que le ha dado más notoriedad. ¿Crees que a día de hoy trabajar con Almodóvar supone un pasaporte a Hollywood? ¿Puede una actriz morirse sin haberse puesto a las órdenes del manchego? ¿Tienes algún director con el que te gustaría especialmente o te hubiese gustado trabajar?
Creo que llame o no Almodóvar moriré de todos modos… En serio, sería un lujo trabajar con él, pero yo no pongo la energía en ambiciones muy altas: «Trabajar con», «cruzar el charco», «ganar el …» Mi meta más sincera y presente es evolucionar. No perder la ilusión por este oficio que tanto gozo y respeto. ¿Un director con el que me gustaría trabajar? Amenábar. Desde su primera película supe que era una mente y visión llena de talento. Intuyo que le quedan películas muy interesantes por crear. Seguro. Te lo dice una Piscis. Ya lo verás.
Has estado nominada tres veces al Goya, pero nunca te lo has llevado. Por otro lado, no cabe duda de que eres una de las actrices más guapas del cine español. En Estados Unidos, si eres actriz, el reconocimiento suele venir de la mano de un personaje poco agraciado físicamente, o directamente feo, no así en el caso de los hombres. ¿Se cumple este cliché en España? ¿Hace falta que te pongan verrugas para que a la cuarta vaya la vencida?
¿En serio lo de que no cabe duda? Yo lo dudo. ¡Pero muchas gracias! Puede que los cambios bruscos de imagen, los rapados al cero, las pérdidas o ganancias de peso tengan su efecto, pero eso no sirve de nada si el interior del personaje está vacío. Para mí las tres nominaciones ya son un premio. Siempre me ha tocado en años de producciones muy gordas, en ninguna de ellas imaginé que mis trabajos en películas de coste y distribución mucho menor tuvieran su atención y reconocimiento.
Si finalmente te dan el Goya, ¿emplearás tus treinta segundos de gloria en comentar el maltrato a las focas y la situación en Irak, o consideras que el cine y sus ceremonias deberían desvincularse de estos temas y te limitarás a agradecérselo a tus seres queridos?
No tengo ni idea. Pero me gustaría dejarme libre con lo que sienta en ese momento, para agradecer o para reivindicar.
Otro tema recurrente en los discursos de los premiados es el grave peligro que vive la industria del cine en la era de Internet ¿Cuál es tu opinión sobre la piratería? Evidentemente en Estados Unidos la solución quizá pase por reducir el caché de los actores, porque por muy difícil que sea un papel, 14 millones de dólares por una película nos parece un poco desorbitado, pero la problemática del cine en España poco o nada tiene que ver con lo que ocurre al otro lado del Atlántico. ¿Afecta tanto al cine español como proclaman algunos actores y directores? ¿Propones alguna solución que satisfaga a ambas partes, cineastas ávidos de dinero y consumidores rácanos?
Es un problema, sí. Para el cine, para la música… Creo que es el momento de inventar nuevas formas y también que tenemos que aprender a defender mejor nuestra industria. Francia en esta cuestión es un ejemplo. De todos modos confío en que siempre quedaremos unos cuantos, o unos muchos, que no rechazaremos ver el cine en pantalla grande, rodeados de desconocidos y con olor a palomitas…
Además de tu trabajo como actriz, has hecho tus pinitos como cantante, e incluso has llegado a publicar un single. A muchas actrices les ha ido bien con esta vertiente (Marlango, Najwa Nimri…) ¿Tienes intención de explotar más esta faceta? ¿Te planteas hacer musicales quizá? ¿Es un capricho?
Yo cantando soy muy pudorosa. Esto viene de mi amigo Paco Ortega, él me escuchó cantar para un proyecto de cantantes de cine y me propuso que me animara a ir grabando con él algunos temas. Sin ninguna presión, prisa u objetivo. Yo me voy a su estudio, me pone un vino, baja las luces… y lo disfrutamos juntos. Pero ya está. Y sí, en el teatro me encantaría poder hacer una obra en la que hubiera hueco o espacio para un momento de danza o canto.
Tengo entendido que eres muy fan de Michael Jackson… ¿Sabes que dará en Londres sus últimos conciertos antes de retirarse para siempre? ¿Irás a verlo?
Creo que no soy nada fan o mitómana, pero es verdad que Michael Jackson me abducía de pequeña. No sé, le veía moverse por el escenario y me quedaba de piedra, de piedra erizada, claro. ¿Sólo va a ir a Londres? Pues habrá que mirarlo.
Por último, y echando un vistazo a tus apariciones públicas fuera del campo de lo artístico, sabemos que has sido embajadora de Unicef, pero hace mucho que no te vemos en temas similares. ¿Tienes algún proyecto al respecto en el futuro?
Sí, en unas semanas me reúno precisamente para hablar con ellos. Estos dos últimos años han sido imposibles por trabajo, pero estoy deseando volver a viajar a terreno. Creo que para luchar una causa lo primero es conocerla desde su realidad. Benin, Marruecos, Darfur, Sáhara, Palestina… han sido para mí a muchos niveles experiencias únicas.