Astradyne mezclan el after-punk y la new-wave de los 80 en canciones que a menudo buscan el estribillo fácil (‘Respira’). El grupo tiene claramente a New Order y The Cure en su punto de mira, y alternan, al menos de momento, el castellano y el inglés. Son de Barcelona.
Ozores son de Albacete y es uno de los diversos proyectos de Borja Cebrián. Su propuesta es mucho más surrealista, sus canciones reciben títulos como ‘La belleza de la langosta’ o ‘Te gustan los Strokes’ y obviamente el humor es su principal baza. Musicalmente a veces están cerca de los Doors y otras incorporan elementos más tropicales o noise (‘Un cirio gigante’). Pero siempre suenan bastante pasotas.
Ratolines, de Alcàsser, Valencia, tampoco tienen nada que ver con los otros dos. Se jactan de llevar varios años rodando y de utilizar en sus canciones contrabajo, instrumentos de juguete y trompeta. Efectivamente, canciones como ‘Apollo 333’ tienen bastantes arreglos, mientras que ‘SausalitoRioMarsella’ suena como una mezcla entre country, spaguetti-western y Belle & Sebastian.