Fueron los primeros de la noche en una sala Heineken más vacía que otra cosa. ¿Tanta gente estaba viendo jugar a la selección? ¿O es que esta vez los grupos no llegaron a mover al público como otros años? El western pop de Ratolines dio paso al pop-rock de Ozores que, aunque van de los Strokes españoles, a algunos nos recordaron simple y llanamente a Loquillo & Sabino en una versión más del siglo XXI. Astradyne, bastante contundentes, hicieron bailar a los asistentes con su revisión del post punk de los 80. Los conciertos se hicieron bastante cortos, cada grupo tocó apenas 25 minutos y nos quedamos con ganas de más.
La suerte estaba echada y poco después de dar comienzo la sesión de Homeboy Dj anunciaron el ganador. Los Ratolines fueron la banda seleccionada por el jurado para actuar en la próxima edición del FIB. También eran mis favoritos. Aunque se podían haber ahorrado la malsonancia léxica que regalaron al micrófono y a los presentes. Vamos, que les quedó preciosa la catetada. Y a mí me hicieron desconfiar bastante. A ver ahora qué tal les va.