La emisión de ‘Acusados’ ha sido la enésima demostración de que las cadenas deben ser pacientes con las series que programan. Ahogada en comparaciones con ‘Damages’, la serie cayó a un 11% de share en su tercer capítulo, pero fue mejorando con el tiempo, a la par que ganaba personalidad, y terminó anoche batiendo su récord de audiencia con 3,3 millones de seguidores y un 18% de share, a pesar de emitirse todas las semanas más cerca de las 23.00 que de las 22.15 anunciadas. El último capítulo fue un poco excesivo en sus momentos dramáticos y la trama dio un giro inesperado en el que ahora habría que comprobar, diálogo a diálogo, que todas las piezas encajen. Pero aunque la solución del caso Metrópolis haya estado un poco cogida por los pelos, ‘Acusados’, semana a semana, ha mantenido en vilo a la audiencia con un ritmo a la altura de las mejores series de fuera.
Las competencias de la jueza Rosa Ballester (Portillo) y su entrada en la sede del partido político de Joaquín de la Torre (Coronado) han sido tan espectaculares como inverosímiles, pero si uno quisiera ver realismo, igual nunca se habría enganchado a ‘Twin Peaks’, ‘Lost‘ o ‘Prison Break’. Preferimos quedarnos con sus juegos sucios, trampas y diversas formas de malas artes para conseguir su objetivo, y sobre todo con la espectacular interpretación de Blanca Portillo, en el que ha sido probablemente su mejor papel, televisivo o cinematográfico.
El resto de interpretaciones, léase Goya Toledo, por supuesto están a años luz, pero José Coronado ha cumplido perfectamente, Daniel Grao se ha revelado como sex-symbol y Silvia Abascal
no ha defraudado. Aunque probablemente muchas tramas podrían haberse resuelto mejor (¿tiene credibilidad el final de Diego Luque?), momentos como el careo entre los hijos de Ballester y De La Torre, el vídeo grabado por Marina, el síndrome de Estocolmo, el anillo comprado por Beatriz o las visitas al psiquiátrico de Rosa han mantenido en vilo a los espectadores semana a semana. Y sin capítulos de relleno ni tregua como las series americanas. Como en el caso de ‘El internado‘ (aunque esta vez sin niños de por medio, ¡qué descanso!), hay cosas por pulir, pero por otro lado ese partido político al que pertenece Joaquín de la Torre o el mamoneo con las licencias de discoteca nos resultan más cercanos que las tramas de una serie americana. En ese crear tensión a partir de situaciones que nos resultan familiares, el producto nacional va mejor encaminado que nunca.La segunda temporada de ‘Acusados’ será independiente y, aunque volverá a enfrentar a Joaquín de la Torre y a Rosa Ballester, se centrará en la protección de un niño que será testigo de un crimen. Ya habrá quien compare la serie con ‘Único testigo’ y la ponga a caldo sin darle ni una oportunidad, pero yo no me la pierdo. 8.
Todos los capítulos de ‘Acusados’ pueden verse en la web de Telecinco.