Efectivamente hay canciones acertadas y disfrutables de manera independiente, como ‘The Wanting Comes In Waves’, ‘Annan Water’ o ‘Isn’t It A Lovely Night’. Pero incluso obviando los preludios, interludios y «reprises», es difícil que se puedan defender otras como ‘The Abduction Of Margaret’ fuera de este contexto. Por otro lado, interpretando el disco como una historia, Colin parece más holgazán que nunca contando entre poco y nada en letras muy poco sorprendentes. ‘Margaret In Captivity’, que debería ser una pieza central del álbum, es en realidad un aburrimiento.
Incluso poniendo de tu parte para meterte en el guión, te encontrarás con dificultades. Puedes preguntarte qué hace el bueno de William matando a sus hijos en ‘The Rake’s Song‘, cuando te das cuenta de que en el single, precisamente, Colin deja de interpretarle para pasar a cantar el texto de otro personaje. Así no hay quien se entere.
Musicalmente, el disco da un giro bastante progresivo, con influencias también del folk sesentero a lo Fairport Convention y Anne Briggs (de quien toman el título del disco) en el mejor de los casos y del jevi en el peor de los casos, con guitarras eléctricas bastante excesivas que nunca habían necesitado para sonar grandes. Al final, entre lo poco que mantiene el listón, el diseño del disco, que puede bajarse con las letras desde su página web, y que como siempre ha realizado la mujer de Colin, Carson Ellis.
Calificación: 4/10
Temas destacados: ‘The Wanting Comes In Waves’, ‘Annan Water’ o ‘Isn’t It A Lovely Night’
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