Evidentemente, no íbamos a dejar pasar el estreno de Operación Triunfo 2009, sobre todo por saber si Risto participaba finalmente o se quedaba al margen, avergonzado por el disco de la pobre Labuat.
Como era de esperar, Risto apareció haciendo una pantomima tipo «acabo de firmar el contrato», y a nosotros, que nos va la marcha, nos encantó. No fue la única sorpresa de la noche, porque nuestro querido Ramoncín también forma parte del jurado este año. Es cuando menos gracioso ver a esta persona dar lecciones de canto, por esos temas y esas cosas que todos conocéis. Pero vayamos al programa, que el tema tiene miga.
La gala cero de Operación Triunfo fue, como ya viene siendo habitual en todas y cada una de sus ediciones, un verdadero espanto. Eterna (unas 7 horas aprox), aburrida, sin ritmo… un coñazo, vamos. Hay cantantes buenos, entre los que destaca soberanamente Patricia Navarro, que además de estar buenísima hasta decir basta, canta fenomenal. Lo mismo pasa con Cristina Rueda, que tiene una voz más que interesante, aunque está clarísimo que (desafortunadamente) va a salir despedida del programa en breve. Y de chicos, muy bien Rafa Bueso, que cantó una canción de Zucchero que daba mucha pereza, pero lo hizo muy bien.
Por lo menos, es de recibo decir que la mayoría cantaron más o menos decentemente (aunque alguna se inventase el inglés), y más o menos entonando y afinando porque otros años este tema fue verdaderamente hórrido.
Harina de otro costal fueron los vídeos de presentación: cutres, nada interesantes y llenos de efectos tontísimos tipo agarra-la-cámara-y-da-vueltas o siéntate-ahí-y-pon-cara-de-interesante-aunque-en-realidad-parezcas-pava. Por otro lado estuvo la cantidad infame de anuncios que nos hemos podido tragar, que eso no había nadie que lo soportase. Y la selección de canciones, claro. Pero como siempre hablamos de eso y nos ponéis comentarios tipo «es que a ver qué os esperabais», mejor os dejamos con una pequeña reflexión: nenas, la palestina sigue siendo tendencia, ahora más que nunca. Al menos en OT, claro.