Antonio Vega, Chico de Ayer

Hace menos de dos meses me emocioné viendo a Antonio interpretar, por enésima vez, ‘Chica de Ayer’ en la tele, en ‘Los Mejores Años’. Pese a su estado físico, obviamente malo, interpretó como si fuera el primer día ese tremendo e incombustible tema. Lejos de renegar de La Canción que marcó su carrera, parecía estar rindiéndole un homenaje, cantándola y tocándola con pasión y respeto. Tras casi un mes ingresado en el hospital por una neumonía, llevaba unos días en estado crítico y hoy por la mañana ha fallecido.

Seguro que hay gente mucho más sesuda y experta en la época en que Nacha Pop, el grupo de Antonio y su primo Nacho García, eclosionó. Yo no levantaba más de siete años cuando La Movida era lo más, y no puedo explicar lo que se vivía por entonces en Madrid. Lo mío eran los clicks y los airgamboys. Claro que conocía a Nacha Pop, porque ‘Grité una noche’ o ‘Vístete’ sonaban a saco en Los 40, pero me parecían «otro grupo para pijos», que también estaba muy de moda decirlo entonces. Digamos que por entonces pesaba más el lado moditas (entonces se llevaban Level 42 o Londonbeat) de Nacho, que el personal de Antonio. Así que no descubrí el talento de Antonio hasta los 90, cuando comenzó su carrera en solitario y le ponían muchísimo en Radio 3, cuando publicó aquel ‘No Me Iré Mañana’, con temazos absolutos como ‘Lo mejor de nuestra vida’ o ‘Se dejaba llevar por ti’.

Dado el considerable éxito, se editó ‘El Sitio De Mi Recreo’, recopilatorio que reunía algunas de sus mejores canciones para Nacha Pop junto la maqueta de la aún inédita ‘El sitio de mi recreo’. A mí al menos me sirvió para hallar algunas perlas de Antonio en la discografía de Nacha Pop y descubrir su primer álbum, ‘Lucha de gigantes’, ‘Una décima de segundo más’, ‘Miedo al terror’, ‘Lo que tú y yo sabemos’… Después, una recopilación de infame título (‘Ese Chico Triste Y Solitario’), agrupaba versiones chungas de muchas de esas canciones a cargo de lo más granado (¡ejem!) del pop en castellano de la época (además de Fangoria, Aviador Dro y Rosendo, había purrela de la talla de Manolo Tena o Tam Tam Go!). En 1994 llegó el que probablemente fuera su disco en solitario más exitoso, ‘Océano De Sol’. La producción de Phil Manzanera, muy criticada por el propio Vega, era de un AOR apestoso que deslucía terriblemente el conjunto, pero no podía apagar el brillo de genialidades como ‘Elixir de juventud’ y, sobre todo, la que posiblemente sea su cumbre creativa, tan sencilla como sublime, ‘El sitio de mi recreo’ (aunque yo, sin duda, prefiero la versión desnuda de la maqueta).

A partir, de ahí, uno perdió interés en la carrera del madrileño pero nunca el cariño. De hecho, despertaba en mí una gran ternura verle aparecer por ahí, taciturno y modesto, con ese deteriorado aspecto físico de estos últimos años, masacrado por los opiáceos (hasta en eso era un paradigma de los 80) y devastado por la depresión que le sobrevino tras la muerte de su pareja de siempre, Margarita Del Río. Su último disco en estudio, ‘3000 noches con Marga’ (2005), fue su homenaje para ella. En 2007 llegó una alimenticia reunión para hacer bolos que su primo Nacho llevaba persiguiendo algún tiempo y que al menos le habrá servido para vivir bien estos últimos años.

‘Chica de Ayer’, como decía antes, puede resultar demasiado sobada. El talento de Antonio iba mucho más allá de esa canción y quizá su muerte sirva para que mucha gente reconozca ahora su talento. Pero es difícil cansarse de una canción tan terriblemente buena de la que existe incluso una adaptación al inglés (a cargo de los americanos Gigolo Aunts). Una canción paradigmática de una época que, con la muerte de Antonio, no hará sino aumentar su leyenda y la del Penta, mítico bar de Malasaña que, curiosamente, sí sobrevive.

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: antonio vega