Patrick Wolf tenía 18 años cuando terminó su primer disco y aún tenía sólo 23 cuando publicó su tercer álbum, ‘The Magic Position’, por muy poca diferencia, el que ha terminado siendo su álbum más completo. Él escribe todas las canciones, sus letras, las produce y toca decenas y decenas de instrumentos. Sin duda, uno de los grandes genios que hemos conocido en los últimos años.
Si su primera entrega era una recopilación de las canciones que había escrito de adolescente y la segunda la búsqueda de un hilo conductor que hiciera de su álbum un todo más homogéneo, ‘The Magic Position’ seguía también un concepto. Esta vez Patrick hablaba sobre superar los baches de una relación amorosa y salir victorioso adelante. Con un nuevo tinte y una portada colorida a más no poder, Patrick Wolf enviaba su mensaje más optimista.
‘Overture’ da una pista en ese sentido, aparte de hablando de abrir el álbum, sobre abrirse a los demás. Sin embargo, en el camino hacia el tema central, son bastantes los disgustos que lo alejan de sonar 100% alegre o revitalizante. En ‘Augustine’ habla del amor como «un cáncer o una maldición» mientras que el segundo single, ‘Bluebells’, habla claramente sobre una ruptura.
La misma contradicción se refleja en otros aspectos del disco, casi como si Patrick la necesitase, como si necesitase la tragedia para que los momentos felices fueran el doble de intensos. Aunque la prensa o incluso él mismo hablase del álbum como el de su definitiva madurez, lo infantil y el recuerdo a sus turbios años adolescentes seguían marcando muchas de sus composiciones, como el primer single, ‘Accident & Emergency’, que recordaba un accidente sufrido en su pasado que le dejó durante una semana en coma.
También con una temática infantil, destaca ‘Magpie’, una de las canciones más hermosas, a dúo junto a Marianne Faithfull, cuya existencia Patrick sólo había conocido en 2005 gracias a ‘Before The Poison’, como contaba en una entrevista con Super 45
. «Me gustó mucho su voz, me intrigó el hecho de cómo llegó a tenerla así. Al leer su biografía vi similitudes con mi vida». La canción cuenta el diálogo entre una urraca y un niño, una misteriosa fábula sobre estar perdido y sin nombre tirado sobre una cama de helechos.Todo este drama se deshace en la canción que Wolf escoge para titular el disco, mirando al futuro. En una entrevista con Mondo Sonoro que terminó un poco mal (la propia canción hace referencia a despreciar lo que opinen los demás, se le ve bastante agobiado contestando las preguntas de la prensa), Patrick la designó «la canción de amor más bonita que he escrito y probablemente escribiré en mi vida». Totalmente luminosa, es una declaración de amor en la que reduce toda su felicidad a estar con una persona en concreto.
‘Get Lost’, una propuesta «piérdete conmigo» sigue una línea parecida, pero independientemente del grado de consecución de la felicidad que busca obsesivamente, perdura una sucesión de canciones excelente, sólo enturbiada por un número excesivo de intermedios e instrumentales. A pesar de ello, tanto en los momentos electrónicos, tanto en los momentos clásicos (ha estudiado música y ha tocado la viola para grupos como The Hidden Cameras), no podemos olvidarnos de las cualidades de Patrick como intérprete. Sirva como ejemplo ese momento solo al piano que llega casi al final del disco llamado ‘Enchanted’. Otra declaración de amor en la que, seducido por esa persona que acaba de conocer, vuelve a seducir a su público a la vez.