Pitchfork recoge una entrevista en un medio noruego con el cantante y bajista de Black Lips, Jared Swilley, en la que se ha quedado a gusto. No tiene muy buena opinión sobre Wavves y la que montaron en el Primavera Sound, cree que no estaban preparados para el éxito y que Nathan Williams se tenía que haber quedado en su casa, más concretamente, en casa de sus padres. «Un amigo mío le dio MDMA y no pudo con él. No fue tanto un fallo del momento como que es como un bebé. Y por eso no me gusta. Ya me habían dicho que es un completo gilipollas. Y como un bebé, se creía que molaba. Es un cobarde, si te vas a dedicar a esto, tienes que darlo todo. Si no, quédate en casa. (…) Tiene que volver al colegio o mudarse a casa de sus padres, sentarse y pensarse las cosas. No debería tocar ni salir de gira».