El caso es que hoy, medios como El Mundo ahondan en el tema. Al parecer, Ana se ha acogido a su derecho de no declarar esta mañana ante el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Palma. Después se ha subido en un taxi sin decir nada ante la multitud de periodistas congregados.
Ana tenía que explicar las supuestas relaciones de su empresa, de nombre totalmente genial, Carlitos Way, con el bufete de abogados Feliu, que podría haber urdido un entramado millonario de fraude fiscal con presunta creación de paraísos fiscales, presunto blanqueo de capitales y presuntas dobles ventas de soleras, entre otros presuntos. La operación se ha denominado «Relámpago».