Muchos conoceréis a Selick por uno de sus anteriores filmes, ‘Pesadilla antes de Navidad’, muchas veces erróneamente atribuido a su productor, guionista e ideólogo, Tim Burton. Después de esto, Helick se entregó a ‘James y el melocotón gigante’, el mítico libro firmado por Roald Dahl y a ‘Monkeybone’, en el que combinaba la filmación plano a plano con actores reales.
Centrándonos en la materia, que vale ya de datos históricos, ‘Los mundos de Coraline’ es una película excepcional. Simplemente fantástica, no cabe otro adjetivo para una historia sencilla, pero que engancha desde el primer momento. A esto contribuyen unos personajes cercanos, con los que es muy fácil identificarse y encontrar puntos en común y una trama con un giro más que sorprendente.
Como ya pasaba en ‘Pesadilla antes de Navidad’, al final la película se torna difícil, agresiva e incluso angustiosa. Los mundos idílicos y oníricos se tornan -de forma magistral e inesperada- en fríos y opresores cuando nos vamos acercando al desenlace. Así, en determinados momentos se asemeja más a una película de terror que a otra cosa. Es aquí donde recordamos que Selick no es precisamente un director apto para niños, y que la animación también puede ser cosa de adultos, pese a que muchas veces la gente opine lo contrario, claro.
Y un último apunte: en la mayor parte de España (por no decir en ningún sitio, que ni en Madrid) no podréis encontrar la combinación versión original + película en 3D. Y cuando nos referimos a 3D, es a 3D con gafas y todo. Es de recibo reconocer que perderse a Terri Hatcher y Dakota Fanning a las voces de Mel Jones y su antagonista y Coraline respectivamente es una pena, pero también lo es perderse el magnífico e impresionante trabajo hecho en la creación y renderización del 3D, que es capaz de dejar a cualquiera con la boca abierta… y además tendréis la oportunidad de ver el trailer de ‘Up’, la próxima película de Pixar también en 3D. Os aseguramos que os vais a ver en un brete. 9,9