El mundo adolescente, indie, tenebroso pero siempre homoerótico de Gus Van Sant vuelve a desarrollarse en una nueva película. Inspirándose en la novela de Blake Nelson, esta vez nos cuenta la historia de un joven que aspira a ser un skater tan guay como los de este peligroso parque de Portland, pero termina conociendo la crudeza de la muerte y el sexo en la misma semana. Caótica en su orden, con planos de gente andando de espaldas como en su conocida trilogía o recurriendo a la música de Elliot Smith, Gus Van Sant no cuenta nada demasiado nuevo esta vez. Sin embargo, de nuevo habrá a quien satisfaga la estética alternativa de su microuniverso. 6