Mario se proclamó ganador de la última edición de ‘Operación Triunfo’ después de hacerse con el 50,5% de los votos al enfrentarse a Brenda Mau, dejando claro que España vuelve a amar la canción ligera, como en los tiempos de ‘Gente Joven’. Cualquier día, volverá la sección de tunas. El asturiano parece haber confirmado lo que ya sabíamos por Gran Hermano: si eres un pan sin sal y no destacas en absoluto, tienes muchas posibilidades de ganar. Jon Allende, el pseudo-tenor de Barakaldo, fue el primer eliminado de la noche. Esta edición de OT, la séptima, pasará a la historia como una de las más sosas del concurso y en la que hemos visto un mayor número de horteradas, una exhibición de peor gusto y peor cultura musical entre los chicos (no sabían quién era Bruce Springsteen).
Visto el percal, uno sólo entiende que la audiencia no haya terminado de abandonar el programa (anoche se cerró con un 19% de share, que no es mucho pero sí suficiente para liderar) por las continuas trifulcas entre Risto y Jesús Vázquez, entre Risto y los concursantes, entre Risto y los profesores… Muerto el perro se acabó la rabia, y ahora cabe preguntarse de qué vivirá la próxima edición. La organización promete una «renovación» para el año que viene, pero esa película ya la hemos visto.