Florence + the Machine / Lungs

Viendo y oyendo los vídeos de ‘Dog Days Are Over’ y ‘Rabbit Heart (Raise It Up)’ con esas fábulas campestres y victorianas, pensábamos que nos habían cambiado a la Florence del punk-pop urgente y vibrante de ‘Kiss With A Fist’. Pero escuchando al completo este exitoso álbum de debut (cinco semanas en el número 2 de ventas en UK solo detrás del fenómeno post-mortem de Michael Jackson y nominación al Mercury Prize 2009), ‘Lungs’, uno acaba dándose cuenta de que en realidad la atípica era aquella desaliñada morena de las medias a rayas. Porque aquel primer single, aun siendo todo un hitazo, suena aquí totalmente fuera de tono y desubicado, hasta el punto de que su inclusión como corte cinco del CD es la mayor pega que se le puede poner a este disco. Resulta un cambio de ritmo y, sobre todo, de ambiente que no favorece al conjunto en absoluto. Por suerte, gracias al bendito iTunes es un problema sencillo de resolver.


Leyendo sus textos, puede pensarse que Florence Welch, pese a su juventud y a haberse criado en una familia bien, ha sufrido mucho en su vida. O bien puede que simplemente haya creado un personaje al que exponer y someter al sufrimiento y al dolor. Como sea, Florence y su máquina parecen recrearse de manera sádica en los padeceres diarios del individuo occidental medio, solo que ornamentándolo con un atrezzo de épica romántica y fantasía que consigue amplificar el melodrama. Casi en cada una de las canciones de ‘Lungs’ hay como mínimo una lindeza del tipo «Te amo tanto que dejaré que me mates», «La felicidad la embistió como un tren», «¿Quién es el cordero y quién es el cuchillo?», «Mis dedos rasgan tu piel para abrirse camino al interior», «Cogí un cuchillo y le saqué un ojo», etcétera, etcétera…

Tales tragedias griegas relatan en realidad temas tan comunes y cotidianos como las relaciones viciadas (‘Dog Days Are Over’), el pánico al éxito (‘Rabbit Heart (Raise It Up)’), los celos (‘Girl With One Eye’), el sexo (‘Howl’)… El goticismo de estas historias de hombres-lobo, crímenes pasionales, novios que fabrican ataúdes y sacrificios rituales encajan perfectamente con la producción recargada y pomposa que para esta londinense han diseñado Paul Epworth (que no

para), James Ford (productor de ‘Myths Of Near Future’ y ‘The Age Of The Understatement’) y el inseparable acólito de Jarvis Cocker, Steve Mackey, que en los momentos más brillantes la convierten en un encuentro de Ladyhawke con Adam Ant (evidente en ‘Howl’, por ejemplo). Pero apostaría a que ese barroquismo que viste las canciones de ‘Lungs’ no es un más que un disfraz circunstancial. Una intuición me dice que Florence tiene esa capacidad camaleónica, al alcance de muy pocos, que le permitirá travestir su visión del pop según le plazca.

En su pop con reminiscencias de blues y soul, con forma de murder ballads, aún queda lugar para el amor y la pasión (siempre con un punto de oscuridad) como atestiguan las preciosas ‘Between Two Lungs’ y ‘Cosmic Love’, o para el desengaño amoroso más terrenal, en una ‘Hurricane Drunk’ que demuestra lo mucho que le gusta la música negra. Todo bien aderezado con una casi permanente saturación de coros, cuerdas, harpas, guitarras y tambores (muchos, muchos tambores) que obtienen un efecto enardecedor, excitante y conmovedor.

‘Lungs’ no es solo uno de los discos más importantes publicados este año, sino que además nos revela a Florence Welch como un gran talento cuyos lÍmites parecen aún muy lejanos, si atendemos al buen puñado de canciones como ‘Bird Song’, ‘Falling’, ‘Hardest Of Hearts’ o ‘Ghosts’ que ha tenido que relegar al CD extra de la edición especial del álbum.

Calificación: 8,3/10
Temas destacados: ‘Dog Days’, ‘Rabbit Heart (Raise It Up)’, ‘Drumming Song’, ‘Howl’, ‘Cosmic Love’
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Publicado por
Raúl Guillén