Carmen Lomana, icono gay, icono pop, icono kitsch

«No le pongo cara a Leire Pajín», «dame el reloj de Dior porque estoy con un Rolex…» o esa reflexión sobre que la crisis afecta más a los que tienen dinero porque «el pobre de siempre está acostumbrado». Los últimos días, el hilo de mails en el que se fragua JENESAISPOP es una constante referencia a las mejores frases encontradas en la red de Carmen Lomana. Aunque al menos un miembro del equipo ya era fan de ella en Facebook hace mucho tiempo.


¿Recordáis ese gran, gran diálogo reproducido en ‘La millonaria’ de Chico y Chica, quinto single de su segundo álbum, ‘Status’:

-¿Es usted rica?
-Sí.

Carmen Lomana se ruboriza cuando le dicen que es multimillonaria, pero hace poco en Diez Minutos, cuando le preguntaban si era cierto que había heredado una fortuna de su marido, era clara: «sí». Guillermo Capdevila, un diseñador industrial chileno que había emigrado a Europa tras el golpe de estado, moría en un accidente de coche a los 49 años, dejando a su mujer Carmen una herencia de más de 1000 patentes que la convertían en millonaria.

Poco a poco, desde los tiempos en que de pequeñita su madre la llevaba a desfiles en San Sebastián y Bilbao, Carmen había desarrollado un enorme interés por la moda. Hoy tiene, no armarios, sino habitaciones separadas con todos sus Dior y todos sus Chanel. Carmen, que también compra en Zara y Mango, aunque nunca ha ido a un mercadillo a pesar de que le encantaría, tiene «cuerpo de pobre» según su madre porque todo le queda bien. En realidad, cada frase que dice, cual guión de Pedro Almodóvar, es para adoptar en tu vocabulario diario:

«Si veo que un vestido de un gran diseñador lo llevan cuatro “modeluquis” no lo compro, deja de interesarme, pues los queman».

«Me levanto todos los días pronto, a las nueve».

(Sobre la crisis) «El pobre de siempre, que ha estado pidiendo, está acostumbrado. Lo peor es la pobreza en las personas que han tenido un trabajo y viven bien y de repente se encuentran que les embargan la casa, que no tienen paro. ¡Ay… unos dramas!».

«Lo que me siento es muy femenina. Quizá porque no soy resentida con los hombres es por lo que me han querido tanto».

«La crisis nos está enseñando a reajustar los presupuestos, porque mucha gente vivía de una manera absurda, pero no es mi caso».

«De vez en cuando sí que me fumo algún porrito. Pero no soy una porrera, ¿eh? Y tampoco me gustaría que en la entrevista le dieras mucha importancia a eso, porque mi madre es capaz de cogerse un avión y darme dos guantazos».

«Wagner me parece un peñazo. En España alucinan con él por una cuestión de esnobismo, pero en Alemania no hay quien lo soporte».

Millonarios en tiempos de crisis

Y más llegando. Contraria a la existencia del Ministerio de Igualdad y el Día de la Mujer Trabajadora porque ella ha «cobrado siempre lo mismo que los hombres», acostumbrada a ir a las fiestas sola porque se considera una mujer independiente, Carmen Lomana ha sufrido mucho (su hijo murió al nacer), pero mantiene el sentido del humor. Invita a su club de fans a cenar a su casa o puede bromear sobre tener que madrugar para irse a trabajar a un andamio con una fiambrera. La empatía a veces la confunde, unas dice que «por solidaridad intenta gastar menos en tiempos de crisis», pero otras, mucho más sabiamente, que quien tiene dinero debe gastarlo mucho más que nunca. Pero lo claro es que es una estrella más salá que Carmina. Alguien está haciendo una tesis doctoral sobre ella. Ella está la mar de ilusionada. ¿Saldrá decepcionada? ¡Requerimos una copia!

Foto: Hola.

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JNSP