Los resultados no han sorprendido a nadie, porque su médico reconoció desde los primeros interrogatorios que había tratado a Michael de insomnio durante las seis semanas anteriores a su muerte, pero son los primeros oficiales que se conocen de la autopsia.
Al parecer, el médico había aplicado propofol durante varias semanas a Jackson, pero al provocar dependencia, fue reduciendo la dosis y combinándola con otros sedantes. La noche antes de su muerte
, el doctor Murray aplicó a la 1.30 de la madrugada valium; al seguir despierto, le inyectó lorazepam; a las 3 de la madrugada, al comprobar que no conseguía dormir, le inyectó midazolam; hasta llegar a la dosis final de propofol a las 10.30 de la mañana, que el cuerpo de Michael Jackson ya no pudo soportar.El doctor se ausentó para realizar unas llamadas y al volver encontró que no respiraba. Aunque ha asegurado que fue Michael quien le pidió que le suministrara todas esas dosis, es probable que el doctor Murray sea procesado por homicidio involuntario.