Vampire Weekend pasarán a la historia como el grupo más famoso de la reciente ola de africanismo. Los hilos del indie-rock con raíces en este continente llevaban moviéndose varios años, por ejemplo con la edición del disco de Mali de Damon Albarn, pero además de hacer un producto más pop y entendible por las masas, los neoyorquinos sabrían llenar sus himnos de referencias «cool» perfectas para las revistas de tendencias. Hacían un disco de debut interesante, con trasfondo «arty», pero a la vez intrascendente. En una palabra, perfecto. Algo que en otro estilo habían hecho muy bien Franz Ferdinand.
Ezra Koenig, vocalista y líder de la banda, a la que había dado nombre tras una película suya amateur, viajó no a África sino a la India en 2005. Allí reflexionó mucho «sobre el colonialismo y las conexiones entre la cultura pija y la nativa de África e India». La canción más clara del debut de Vampire Weekend en ese sentido sería ‘Cape Cod Kwassa Kwassa’, a la postre favorita de la crítica y protagonista del mejor vídeo extraido del disco.
Kwassa Kwassa es un baile del Congo, pero la letra contiene esas referencias «pijas» de las que hablaban, en concreto a Louis Vuitton en la primera línea de la canción, mientras que el estribillo es completamente irrelevante: «¿Está tu cama hecha, tienes el jersey puesto, quieres follar? Ya sabes que yo sí». De hecho, una de las cosas más grandes del grupo es su falta de pretensiones. En el informe afroindie publicado en noviembre de 2008 por Rock de Lux, el periodista Pablo Gil señalaría: «lo mejor de todo es que este furor africano no tiene moraleja, ni mensaje, ni coartada. No busques buenrollismo; tampoco hay un miligramo de ironía. En general, aquí nadie reivindica nada: estos son artistas que usan determinados recursos para enriquecer su música».
En la misma línea, aunque ‘A-Punk’ menciona un famoso hospital en el que se trata el cáncer, sólo aparece como testigo del robo de un anillo que la protagonista utiliza para ganar dinero. Se dedica una pista a la coma de Oxford, una coma opcional antes de la «y» final de un listado y otra de las más míticas a tejados abuhardillados. En el colmo de la recreación boba, ‘Cape Cod Kwassa Kwassa’ contiene una referencia a Peter Gabriel… y Peter Gabriel termina haciendo una versión de la canción, en la que cambia su nombre por «your own name».
En una entrevista publicada este mismo fin de semana por El Mundo, el grupo se reconoce influido por Orchestra Baobab, pero también por otras cosas diferentes como Duke Ellington y Marvin Gaye. En distintas entrevistas aseguran que nunca se alejarán demasiado del pop. Y los estribillos y melodías son en definitiva su principal gancho, como la deliciosa parte instrumental de ‘A-Punk’, la romántica letra de ‘Campus’ (por si quedaba alguna duda del sentido post-adolescente del grupo) o los teclados perfectos que llevan ‘Walcott’ casi hasta los terrenos llenaestadios de Coldplay.
Muchas de las pistas aparecen arregladas por cuerdas o teclados, como ‘M79’, cuyo principio parece escrito por Michael Nyman, pero en ningún caso el grupo suena grandilocuente, sino inequívocamente juvenil, fresco y desenfadado. A veces se les critica por ser demasiado burgueses o poco alternativos. Hace poco Alice Cooper confesaba la grima que le daba la banda por los colorines «metrosexuales» con que vestían. Pero el público tiene una respuesta clara. El debut de Vampire Weekend se transforma en un claro «sleeper» y, aunque no conquista a las masas como sus compatriotas de los Strokes, sí se mantiene en las listas de ventas británica y norteamericana durante todo 2008, acercándolos al millón de copias vendidas.