Está claro que una cosa es moverte dentro de tu país para ejercer de telonero durante un par de noches y otra muy distinta renunciar a tu trabajo «de verdad» para irte por ahí a ganar dos duros, delante de un público que puede que te escuche… o puede que no. A veces las cosas salen bien (Hot Chip con LCD, Radiohead con R.E.M.), pero a menudo el telonero tiene que vivir todo tipo de penurias:
1.-No poder irte a EE.UU. con uno de tus artistas favoritos: Según revela el blog The Sauce, fuente de esta noticia, el equipo de Morrissey ofrecía a Doll & The Kicks 200 libras por telonear al cantante más 10 libras en concepto de cena. Una oferta muy poco generosa que habría llevado al grupo a la ruina.
2.-Perder dinero a mansalva, de hecho: Doll & The Kicks estiman en 30.000 libras los costes de la gira con Morrissey, si sumamos transporte, hoteles, dietas… y probablemente habrán sumado los sueldos que habrían no ganado al dejar sus trabajos. El grupo dice que The Courtneers, que son más famosos que ellos, tienen una deuda importante por haber aceptado.
3.-Nadie te escucha: Aparte del sueño de girar con un artista importante, está el de que más gente te conozca, pero a quién vamos a engañar. Aunque en conciertos en recintos reducidos, un par de «trendsetters» escuchan a los teloneros para ver si molan o no, en general, todo el mundo los ignora. Aunque el grupo lleve 30 años, haya compuesto algunas de las mejores canciones de la historia y se presente dentro de una bola gigante espectacular.
4.-El artista principal te pide que ni te acerques: Le pasó a Robyn cuando teloneó a Madonna. «Juntas» (es un decir) hicieron varias fechas por toda Europa, pero los representantes de Madonna se encargaron de hacerle llegar unas instrucciones entre las que se encontraba no acercarse a Madonna
. Al final del todo, esta misma se acercó a saludarla, pero es el pan de cada día del telonero: muchos sueñan con hacer llegar su maqueta a su ídolo y nunca lo consiguen.5.-Anuncias tu hit y nadie hace: «WOW»: Si estás de telonero de una estrella es porque la promotora te ha escogido. Es decir, en principio no estás tan mal. Se ha hablado de ti y tienes un número de escuchas «x» en tu MySpace. Sin embargo, la gente ha pagado por ver otra cosa y justo esa gente que ha hablado algo de ti no es la que está en el estadio precisamente: no les suena ni una.
6.-Anuncias tu última canción y la gente aplaude: Esta ya nos lleva a desconfiar de la bondad de los desconocidos y del ser humano en general.
7.-Tu música no tiene nada que ver con el artista principal y nadie te aplaude: Incluso te abuchean o simplemente la gente flipa. ¿A quién se le ocurrió poner a Stereo Total teloneando a los Strokes? ¿Y a Beastie Boys teloneando a Madonna? ¿Y a Amaia a Kylie? ¿Se atreverían Metallica a sacar de teloneros a Oasis, de quien son fans?
8.-Retrasas la hora de tu show porque aún no hay nadie: Como nadie te quiere ver actuar y la gente sabe perfectamente a qué hora sale su grupo favorito, media hora después de la apertura de puertas aún no ha llegado gente. Contra este punto se han tomado numerosas medidas, como retrasar todo, aunque la mejor es, directamente, no informar de los horarios.
9.-Tienes que prestarle tu equipo al grupo famoso de verdad: Encima de que casi nadie te hace ni caso, a veces tienes que dejarle tus instrumentos al grupo que viene después porque los han perdido en el aeropuerto o les salía muy caro transportarlos. Y ahí está la estrella con las masas a los pies y tu preciado instrumento a hombros, que resulta que también sirve para tocar hits.
10.-Ser un eterno telonero: Kraftwerk teloneando a Radiohead, Weezer a Cranberries, The Pretenders a Texas, Blondie a Bryan Adams… Este mundo al revés se ha vivido en España en los últimos años. Y es que el peor de los casos es el que suma los nueve puntos anteriores: que pase el tiempo y sigas enfrentándote a la cruda realidad del éxito escaso o moderado por mucho que en cuatro revistas te hayan puesto muy bien.