Ya que el experimento es bastante literal y aparece un torero, como propina os dejamos con las declaraciones que nos hizo Rosenvinge sobre el uso de la palabra «español» en esta canción en la entrevista que le hicimos el año pasado:
La tentación de utilizar el adjetivo “español”, que efectivamente está prohibido en la música pop porque está asociado al fascismo, lo cual es terrible, por otro lado, era muy grande. Creo que ya ha pasado tiempo suficiente… (Piensa un rato) o a lo mejor no. Pero el caso es que todavía tiene un contenido ideológico que no debería tener. Todo el mundo me decía: “Scchhh, ¿cómo puedes decir eso?”. La palabra mantiene en este caso su contexto negativo. El estribillo es una referencia al sol como símbolo de España, esa masculinidad ibérica llevada hasta el último límite, que es el carácter reflejado en la letra. Es el sol, el ego, lo español dicho de esa manera. Es un doble juego, espero que se pueda entender.
Gracias a Ana por la sugerencia.