Según 20 Minutos, que a su vez nos remite a la CNN, es decir, dos medios serios nada sensacionalistas, muchos fans abandonaron el concierto tras escuchar sólo tres canciones porque además la visibilidad era muy mala. Uno de ellos declaró: «Somos grandes fans de Britney, pero esto es un auténtico asco».
La responsable de comercio australiana de New South Wales, Virginia Judge, ha tenido que intervenir y ha manifestado su intención de hacer que los artistas «indiquen en las entradas de sus conciertos si en éstos va a haber playback; y en caso de que así sea, especificar en qué parte concreta de la actuación». Las declaraciones de esta persona son la bomba porque hacen referencia clara al título de una canción de Britney, ‘My Prerogative’. «La «prerrogativa» de Britney es hacer «playback», y mi trabajo es asegurarme de que los consumidores sepan por qué están pagando. Los australianos no toleraremos una actuación de Mickey Mouse. Seamos claros, «en directo» significa «en directo». Si estás pagando 200 dólares mereces algo más que una cinta grabada».