Discos de la década: The Pipettes

Está claro que es mucho más bonito que un «girl group» consista en grupos de hermanas o hermanas y primas, pero no fue precisamente ajena al mundillo de los grupos de chicas durante los 60 la acusación de ser prefabricadas. Por The Supremes pasaron hasta 9 chicas distintas y por The Crystals 10. Uno puede refererirse a su etapa favorita o más auténtica de cada banda si quiere, como hoy en día podemos hablar de los inicios de las Pipettes, que han decepcionado a muchos fans cambiando de formación tantas veces que la Wikipedia recoge un cuadro explicativo. En cualquier caso, ‘We Are The Pipettes’, promovido por su guitarrista Monster Bobby (¿será su mano la que sujeta el cartel «we are» de la portada?), fue un brillante debut que reivindicamos a lo largo de 10 puntos.


1.-El himno: ¿Puede haber algo mejor que las maravillosas cuerdas que abren ‘Pull Shapes’? Sí. La estupenda letra que las sucede: «There’s a whole floor before us, just for you and me
So follow my lead, and we’ll 1-2-3», que reivindica en el primer estribillo el disco, el rock ‘n’ roll y el hip-hop, y en el segundo una buena línea de bajo o una buena línea de batería. Una de las grandes canciones metamusicales de la historia.

2.-La canción sobre los cuelgues: Hay vida más allá del amor. La música pop tiende a hablar de amor para magnificar producciones y melodías, pero ‘Because It’s Not Love (But It’s Still A Feeling)’ nos recuerda que ligar y conocer gente no sólo es divertido sino también bonito, intenso y emocionante. La melodía es tan perfecta que parece hablar de amor en realidad, pero el título lo deja claro.

3.-La canción sobre los rollos: Más frívolamente todavía en el estribillo de ‘One Night Stand’, como su propio nombre indica, un tema sobre las aventuras de una noche, las Pipettes repiten «no te quiero, no te quiero» y añaden «si crees que soy cruel deberías ver lo que hacen mis amigas».

4.-La suciedad detrás de la limpieza: Las experiencias con chicos alcanzan otro de los puntos álgidos del disco en ‘Dirty Mind’, un tema sobre un chico muy pulcro y extremadamente aseado (es la primera vez que oigo la palabra «higiene» en una canción, se menciona que se puede comer en el suelo de su casa) que en la cama se vuelve un cerdo.

5.-El estribillo de ‘Your Kisses Are Wasted On Me’: Las palmas y el ritmo estaban hechos para hacer de este tema el gran single de las Pipettes… hasta que llegó ‘Pull Shapes’. En cualquier caso, el fantástico cambio de tono en el estribillo no le andaba lejos, completamente instantáneo y pegajoso.

6.-Las cuerdas de ‘Tell Me What You Want’, totalmente soul, precipitándose, ralentizándose y recordando que Mark Ronson no es el único productor que ha recuperado con éxito el sonido de los 60.

7.-Los «doo-bee-doop» de ‘A Winter’s Sky’: A veces una primera estrofa no anuncia un tema demasiado brillante, pero si los coros son mucho mejores, destacan más todavía. Es lo que pasa en esta especie de balada, de corte casi navideño y que contiene unos «doo-bee-doops» estupendos que hacen de este tema el mejor de los lentos.

8.-Los celos: No puede haber un disco chicos contra chicas moderno, tonto y «cool» sin un momento como el que se vive en otro tema de título completamente genial e ilustrativo: ‘It Hurts To See You Dance So Well’. «No puedo olvidarte, y te veo bailando con otras (…) duele tanto verte tan bien, duele verte bailar tan bien»…

9.-Hay una canción llamada ‘Sex’, que no menciona la palabra ‘Sex’, se debate entre hablar y pasar a la acción y es otra de esas canciones que comienza como el ‘Be My Baby‘.

10.-La presentación: Las «girl groups» se caracterizaban también por incluir rótulos gigantes con el nombre de la banda en sus actuaciones y las Pipettes no van a ser menos. No sabemos qué hará hoy en día la formación actual en directo con ese grito de guerra: «Gwenno! RiotBecki! Rosay!» que abre este CD, pero que lo primero que oigamos en ‘We Are The Pipettes’ sea ‘We Are The Pipettes’ muestra lo cuidado del concepto, por «prefabricado» que fuera.

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Publicado por
Sebas E. Alonso