Pues sí, COS es exclusividad, muy al contrario que su hermana mayor H&M, que aparece en cualquier calle, avenida y centro comercial y se extiende como la misma peste. El misterio de esta marca es que sólo algunas privilegiadas ciudades de todo el mundo acogen una de sus tiendas: la última ha sido Barcelona, pero también están Londres, Amberes, Bruselas, París, Toulouse (¿?), tres en Berlín y un escaso etcétera. Ni siquiera en Estocolmo han inaugurado un COS a pesar de su origen sueco.
Entre tanto secretismo, los consumidores están ávidos de poder ver, tocar y comprar las prendas de COS. Además, los chicos de H&M han sabido vender muy bien a su nuevo juguetito diciendo cosas como que «combina la excelencia en los detalles del diseño prêt-à-porter con precios asequibles, acercando la moda al gran público. COS aúna moda y durabilidad en una colección que ofrece básicos esenciales, clásicos reinterpretados y las últimas tendencias. COS propone un elegante guardarropa intemporal que se distingue por la calidad de los acabados, los tejidos utilizados y el corte de las prendas. La única diferencia con la moda prêt-à-porter de otras marcas de prestigio es su excelente precio. El lema comercial de COS es ofrecer moda y calidad al mejor precio en artículos comparables».
Podéis ver una selección de prendas de COS en este link y entender un poco por dónde van los tiros. También podemos añadir que se trata de una ropa que huye de las estridencias de cualquier colorido y cuenta con precios algo elevados, con lo que se garantizan un público más adulto y nada adolescente. Además, tiene las típicas líneas rectas del diseño escandinavo, muy Filippa K todo pero indudablemente más asequible. Lo de la intemporalidad es completamente cierto, casi todo lo que venden son clásicos que nos podremos poner durante unas cuantas temporadas… pero lo de la calidad es un tanto más dudoso. El verano pasado tuve la oportunidad de pasar por un COS de Londres y pude ver y toquetear las prendas y, en fin… se nota mucho que son de la factoría H&M. Muy bonitos los diseños, muy originales las piezas, todo muy nórdico y muy elegantote, pero unos pantalones de 75 euros no pueden tener los mismos acabados que los que venden en la zona de Young de 29.
Ay… si es que ya lo digo yo, que nadie da duros a peseta. Moda exclusiva y precios asequibles es una combinación que al final tiene que tener truco por algún sitio… Ahora, muy mono lo de COS, eso sí.
