Muchos de los episodios que el personaje de Sarah Jessica Parker protagoniza entre vacas y cocinas de verdad podrían ser un capítulo de ‘Sexo en Nueva York’. Es casi un poco triste escucharla hablar de cuánto echa de menos la ciudad. Así de atrapada está en el personaje de Carrie, pero quizá no haya mucho más de dónde sacar. Más curioso sería saber qué busca por aquí Hugh Grant, que este año cumple 50, y no graba ni siquiera una película por año. Hay quien cree que dinero para grabar un film sobre la vida de su abuelo, que luchó en la Segunda Guerra Mundial.
En cualquier caso, la química entre ambos no es tan desastrosa como la pintan. Él está muy mono con su triste pijama revoloteando alrededor de ella y ella muy digna con sus problemas de insomnio distante desde el sofá. Aunque esto no sea ‘Misterioso asesinato en Manhattan’, y sí, aparezcan los predecibles chistes sobre té británico y las dificultades para vivir en el campo, mirarás pocas veces el reloj, quizá debido al encanto de los simpáticos habitantes, abiertamente republicanos, del pueblo, con Sam Elliott y Mary Steenburgen a la cabeza. Además, aquellos que confiéis en lo de «esto es tan malo que da la vuelta y se convierte en bueno», os vais a poner las botas con el final. El que lo considere predecible, es decir, el que realmente acierte de qué manera concreta se resuelve la trama, se merece un gran reconocimiento. 4.