La sinopsis de la serie es bien sencilla: profesor de secundaria, que cobra un sueldo mísero, se encuentra de repente en la calle a causa de un inesperado incendio. Y resulta que en unas clases sobre cómo hacerse rico, decide utilizar su mejor herramienta, localizada entre sus piernas.
Ray, que así se llama el protagonista, está divorciado y es un hombre de mediana edad, pero sigue manteniendo su atractivo, además de un p*llón de tres pares de narices. Por eso decide dedicarse a la prostitución masculina, con ayuda de una antigua amante poetisa que se echó un buen día. Tanya, la que a partir del primer episodio ejercerá como proxeneta del abnegado protagonista, es la típica mujer al borde de los cuarenta más pava que nada, pero con bastante buen tino para los negocios. Así que termina haciéndose con las riendas del tema e imponiendo las directrices al gigoló para ayudarle en su ardua tarea.
Como es de esperar, la serie se basa -fundamentalmente- en los enredos que provoca una vida semejante combinada con una más normal de profesor de instituto. El mayor temor de Ray es ser reconocido, pero obviamente hay muchos otros peligros que pueden asaltarle en el camino. La serie podría dar más de sí (bien es cierto que eso se verá según vayan pasando los capítulos), pero en realidad tiene partes muy divertidas. Sobre todo las que incluyen a Tanya, que es el personaje claramente a explotar.
Calificación: 6/10
Destacamos: que de vez en cuando el protagonista te pone a mil.
Te gustará si te gusta: ‘Weeds’ y las series de superación personal.
Predictor: Tendrá segunda temporada, así que imaginamos que mejora mucho según van pasando los diez capítulos que conforman la primera temporada.