Muchas de las canciones de este álbum hablan sobre cosas trágicas («Y ahora qué vamos a hacer / tápate la cara, mi amor / no veas este horror», en el tema sobre el Cabo Matxitxako), pero no necesariamente de amor. También caben referencias bíblicas, como en ‘El duelo’, o, de manera destacada, la relación entre padres e hijos, que debe de interesar especialmente a Tulsa en tanto que da dos de las mejores canciones: la preciosa ‘Araña’, un dúo con la cantautora Anari, muy emocionante en su final, y ‘Alguien viene a por lo suyo’, un cuento sobre príncipes que quieren dejar de serlo.
Karlos Osinaga (Lisabö, Anari) ha sido sin duda una elección perfecta en la producción para contener en la medida exacta este cúmulo de pasiones «que piden a gritos la demolición»; y los arreglos, grabados en solo una semana y en directo, aportando matices exquisitos sin destacar demasiado. Ha colaborado también Charlie Bautista y las comparaciones con Christina Rosenvinge son entonces aún más inevitables (con ella Tulsa realizará unos conciertos próximamente). No sólo con la era ‘Tu labio superior‘ («le cuelga una pregunta en su labio inferior», dice uno de los temas de este disco), sino con la de los Subterráneos o incluso Álex y Christina (‘Aniversario de boda’ tiene bastante que ver con ‘El souvenir’).
El disco se cierra con una versión de ‘Into My Arms’ de Nick Cave que sólo aparece en vinilo y versión digital porque Cave sólo quería que se distribuyeran 3000 copias de ella. En cualquier caso, si la ha consentido y consigue no espantar cuando el original es tan conocido y querido, tiene que ser porque estamos ante algo notable.
Calificación: 8/10
Lo Mejor: ‘Araña’, ‘Algo ha cambiado para siempre’, ‘Matxitxako’
Te gustará si te gustan: Christina Rosenvinge, Nacho Vegas, Aroah
Escúchalo: Spotify, MySpace