Primero tocando con arco y baquetas una guitarra que colgaba del techo, moviéndola cual péndulo; después descolgándola y arrastrándola por el suelo, y cambiándola por otra para seguir con el arrastre, Ranaldo, con Shelley a la batería y Morente y sus palmeros dando cante y ritmo, improvisaron un tema de unos 10 minutos, que se movía entre el sonido de los SYR y el citado encuentro valenciano. Eso fue todo. Cuando terminaron la gente no pidió más, como si la guitarra pendular hubiera hipnotizado a los afortunados asistentes. Otro momento irrepetible, y, según pasan las horas, ya falta menos para la próxima cita de abril (18 en Barcelona, 19 en Madrid). Mientras tanto, a disfrutar de la exposición.