Las pérdidas durante 2009 al parecer ascendieron a los 2064 millones de euros y, después de 115 años de historia, el gigante podría desaparecer si no consigue una inyección de capital de 137 millones de euros, que podrían venir de la propietaria de EMI, Terra Firma, que la compró por 4500 millones de euros. La transacción le exigió endeudarse con el banco estadounidense City Group y ambas partes están enfrentadas actualmente en un litigio, en que va a concluirse si la entidad bancaria aplicó un precio abusivo. Siempre según El País, las pérdidas se atribuyen a las amortizaciones del catálogo musical y editorial. La supresión de 2000 puestos de trabajo también como consecuencia de la piratería no parece haber sido suficiente.
El catálogo, con Coldplay a la cabeza, podría pasar a manos del mejor postor.