Es, siempre según el diario, el portavoz de la UFI (Unión Fonográfica Independiente), Miguel Ángel Sancho, el que más defiende el manifiesto. Y además ha declarado algo que JENESAISPOP apoya por completo: que al gobierno sólo le llega la voz de las multinacionales y de la SGAE, y que ignoran totalmente a las discográficas más pequeñas que -de igual manera- sufren los estragos de la descarga de contenidos indiscriminada. Ni siquiera esta unión parece ponerse de acuerdo al 100% sobre qué hacer con el imperante problema de la descargas de música en Internet. Del mismo modo, se ponen los ejemplos de Aloud Music o Producciones Doradas, que cuelgan sus discos en la red al tiempo que los venden en soporte físico.
En 20 Minutos, eso sí, han conseguido hablar con algunos de los protagonistas. Daniel Rojas, de Mondongo Canibale Records (un sello de metal extremo) dice que «ha dejado de editar discos porque se venden muy poco» y que se ha centrado más «en la distribución y el merchandising». También afirma que lo que gana, lo invierte en el propio sello. Gerardo Cartón (Pias), por su parte, reclama que lo que se busca es que el Gobierno se fije en esas compañías que, en realidad, producen y editan el 80% de los trabajos musicales en España (en contra de lo que parece, porque a los que más se oye es a las multis, que para eso tienen la panoja… aunque ya no tanta
). Afirma que hay que multar al usuario «porque la cultura del todo gratis afecta a todos y hay una industria discográfica que no tiene ni mansiones ni limusinas». Totalmente de acuerdo con esa última frase. Del mismo modo, pide que se subvencione a la industria musical «la décima parte de lo que se subvenciona al cine». También muy de acuerdo, porque en contra de lo que parece, la música es cultura.JENESAISPOP ha intentado preguntar sobre esta cuestión a varios sellos independientes no adscritos a este pequeño manifiesto, como Subterfuge, Houston Party, Mushroom, Jabalina o Elefant, ninguno de los cuales, después de varios días, ha mostrado ningún interés por comentar este asunto (algunos ni siquiera estaban al tanto de lo que les estábamos hablando exactamente). El tema de la piratería siempre es espinoso, y es imposible encontrar una solución suficientemente satisfactoria para todas las partes. Es evidente que algunas discográficas (que no suelen ser precisamente las multinacionales) invierten parte de su capital y lo arriesgan para sacar algunos productos que son dignos de mención, por lo que necesitan de las ventas de discos para seguir viviendo. Sin embargo, todos sabemos que la penalización al usuario no es la medida para convencer al pueblo. Quizá tengamos que seguir reflexionando al respecto e intentar pasar por caja al menos cuando nos guste mucho algún pequeño grupo…