‘Me cambio de familia’: botellón perpetuo vs no botellón

Telecinco estrenó anoche este programa en que dos amas de casa entre 25 y 55 años intercambian sus hogares. ‘Me cambio de familia’ empezó fuerte mandando a Esther, de un pueblo de Barcelona, a la casa de Graciela en Tenerife. En cuanto la catalana vio que su nuevo hogar estaba lleno de cucarachas muertas que nadie limpiaba y que los hijos preferían dedicar su tarde a ver la novela durante tres horas que colaborar, se echó a llorar a lágrima viva.


El formato ha empezado enfrentando dos posturas antagónicas claras: madre que limpia poco vs madre ordenadísima. Y lo mejor es que no presenta a la madre de las cucarachas como peor sino que parece buscar un término medio (la que limpia tanto pierde los nervios a la primera de cambio y es presentada como un poco desequilibrada).

Cuando Esther se mete en la vida de Graciela, que se ha separado tres veces y tiene tres hijos de tres padres distintos, que podría definirse como un botellón perpetuo, no sabe dónde meterse. Sin embargo, Graciela no encontrará nada que envidiar en Esther y se aburrirá como una ostra en una casa en la que no encuentra nada que hacer porque todo le parece hecho. Nadie va de visita nunca, no se hace botellón nunca, la peluquería de Esther es un fracaso y allí, «hasta los árboles lloran».

El guión plantea un cambio de normas que permite a las amas de casa organizar a la nueva familia. Los hijos y los maridos se rebelan (sobre todo los maridos que pasan mil) y se producen las peleas, que en el caso de Tenerife casi llegan a las manos. Es la baza del programa, imaginaos qué ocurrirá con los episodios en que todo sea paz y armonía.

‘Me cambio de familia’ no cuenta con plató ni presentador (tan sólo una voz en off con función narrativa), siguiendo un formato próximo al documental. Hay una parte absurda en que las protagonistas tienen que coger una cámara y autograbarse resumiendo el día y da un poco de miedo en plan ‘El proyecto de la Bruja de Blair’, pero por lo demás mantiene la frescura de los formatos similares que se han hecho, con momentos tan grandes como la lectura (con sorna) del resumen dejado por la otra madre y el careo final.

Calificación: 6/10
Destacamos: a la familia que menos limpia. Cuanto peor, mejor
Te gustará si te gustan: los realities disfrazados de experimento social
Predictor: Hizo un 13,5%, es posible que dure.

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Publicado por
Sebas E. Alonso