La gala, al menos, no fue un verdadero peñazo como lo ha sido otros años, en los que un guión imposible se enredaba hasta más no poder y terminaba haciéndose pesadísima. Andreu Buenafuente, a pesar de que al principio le temblaba un poco la voz y estaba un poco nervioso, superó el examen con nota. Y la copia descarada a los Oscar del año pasado fue palpable, pero por primera vez se hizo con algo de arte. Entre la presentación cantada, el sketch en el que se mezclaban varias películas de 2009 y el re-montaje de ‘Celda 211’, al menos la gala se hizo entretenida y con puntos de humor.
La gran triunfadora de la noche fue la más que resultona ‘Celda 211’, que se ha terminado convirtiendo en un descubrimiento para todos los que hemos ido a verla. Anoche se llevó los Goya a mejor actor revelación (Alberto Ammamn), mejor actriz secundaria (Marta Etura), mejor sonido, mejor actor protagonista (Luis Tosar), mejor guión adaptado, mejor montaje, mejor director (Daniel Monzón) y mejor película. Otra de las favoritas, ‘Agora’
, salió peor parada, aunque barrió en los premios técnicos: mejores efectos especiales, mejor dirección artística, mejor maquillaje y peluquería, mejor vestuario, mejor dirección de producción y mejor guión original.Almodóvar, escondido entre bambalinas, no se llevó el premio a mejor guión original (de hecho, bromeó sobre ellos en su intervención), pero su película sí se hizo con el premio a mejor banda sonora original. Un guapísimo Raúl Arévalo ganó el premio a mejor actor secundario, y una encantadora Lola Dueñas se aupó con el galardón a mejor actriz. El WTF de la noche, por supuesto, fue el premio a Soledad Villamil como actriz revelación, para una persona que lleva 20 años en el mundo del cine y que -por descontado- se merecía el premio a mejor actriz por su fascinante papel en ‘El secreto de sus ojos’, pero no el de actriz revelación porque ya de revelación nada.
Mar Coll ganó el Goya a mejor dirección novel (‘Tres días con la familia’), ‘Planet 51’ el evidente premio a mejor película de animación (y presentado por un simpatiquísimo Pocoyó, uno de nuestros dibujos animados más internacionales a día de hoy), la maravillosa ‘El secreto de sus ojos’ fue la mejor producción hispanoamericana y ‘Slumdog Millionaire’ se alzó como mejor película europea, un poco tarde a nuestro parecer. El Goya honorífico se lo llevó -merecidísimo- un emocionado Antonio Mercero que todos recordamos por sus grandísimas producciones para cine y televisión.