Según este periódico, la recaudación por la música en directo había subido un 117% entre 2000 y 2008, pero en 2009 disminuyó un 10,4% en concepto de grandes actuaciones (Madonna, Springsteen, Coldplay) y un 3,3% en los ingresos por derechos de pequeños eventos (fiestas populares, discotecas). El País destaca que ha sido el polémico canon aplicado sobre aparatos de reproducción y soportes el que salvó el año. La recaudación del canon se situó en torno a los 27,6 millones de euros, subiendo un 72%.
Según las cifras provisionales, la SGAE consiguió en 2009 unos ingresos de 317 millones de euros, una caída de un 5,1% y ya habrá quien dirá que en un año de crisis económica es normal, aunque la industria teme que la caída de la música en directo no haya tocado fondo. ¿Pasaremos a decir que los músicos sobreviven gracias al canon y no gracias a sus conciertos?