Con más pinta de venir de UK, como se decía en el flyer, que de venir de Navarra, como dice su MySpace (¿será una broma?), el enésimo descubrimiento de Kitsuné se presentó en el Elástico de Madrid en formato trío, sin chicas. Fue un show animadísimo y salvaje, con el personal de seguridad conteniendo a la desesperada los bailes de la gente de las primeras filas, que recordó en potencia y actitud los mejores momentos vistos en vivo a Delorean.
Si el single ‘I Love London’, aunque fue recibido como un megahit, nos hizo dudar en su momento de la originalidad de la banda, muchas de las canciones presentadas sí tuvieron ese punto tribal, casi étnico, que se suponía su gran seña de identidad. Algunas pistas gustaban porque eran simplemente pegadizas a la primera (como esa en la que cantan «yeah, no, no, no, no, no»), pero otras fascinaban por la percusión que se marcaba el guitarrista en pie. El cantante, que guarda cierto parecido con Chris Owens
, aunque se mueve más, ha nacido desde luego para esto, y ‘Xtatic Truth’, como última pista del setlist, fue el remate perfecto para un buen concierto anticipo de un disco que, aunque este tipo de música suele funcionar mejor en directo que en estudio, cada vez parece más prometedor. 8.