Sus raíces electrónicas recuerdan mucho a lo de Jimmy y Ben Gibbard (la base del final de ‘Monster’ casi parece una adaptación de ‘Such Great Heights’), pero también se encuentran otros elementos muy de moda ahora mismo. Los timbalillos y tambores que usan podrían acercarles a unos Vampire Weekend
más electrónicos o, por qué no, a un El Guincho un poco más rudimentario. Sus voces y distorsiones, sin embargo, nos llevan a acordarnos por momentos de Passion Pit, pero también a Owl City. Podéis escucharlos en su Myspace.