La primera pregunta que te hacen al volver del teatro es quién hace de Michael Jackson. La respuesta es nadie. La obra cuenta con una narradora que recuerda la vida del cantante, pero está protagonizada en verdad por tres personajes que no tienen nada que ver con él: una mujer de mediana edad que se lleva muy mal con su madre, un autor de obras de teatro fracasado y un vigilante del museo Reina Sofía. A través de sus monólogos, divididos en varias partes, iremos dándonos cuenta de qué tienen en común con MJ.
Cada uno de los textos escritos por Miguel Morillo tiene su gracia y mantiene un pequeño vínculo con la vida del protagonista, aunque a veces cogido con pinzas: las idas y venidas del éxito, la mala relación con un progenitor o el debate de la autenticidad en el arte. Hay un momento en que el mensaje del texto suena demasiado grande («los medios nos hablan de Michael Jackson para que no pensemos en otras cosas», concluye en un momento la narradora), llevándonos a concluir que las versiones lo-fi que se interpretan de ‘Bad’ o ‘Earth Song’, entre otras, son en realidad una parodia. Otras ocasiones queda claro lo buenas y reconocibles que son incluso en su mínima expresión. En un punto intermedio parece residir la tesis de Morillo sobre el que fue el rey del pop y probablemente también la verdad suprema. 6.