El repertorio estuvo bastante bien elegido, con los temas más «agresivos» entrando de mejor manera que los otros, dado que la acústica de la sala no es precisamente una maravilla, y en casos así apetece más escuchar la maraña de ruido de las guitarras (u órgano) de Ira en conjunto con la genial base rítmica que conforman Georgia y James. Cayeron grandísimos temas como ‘Little Eyes’ de ‘Summer Sun’, ‘Stockholm Syndrome’ de ‘I Can Hear The Heart Beating As One’, o ‘Tom Courtenay’ y ‘Blue Line Swinger’ (genial la interpretación de esta última) de ‘Electr-O-Pura’. De ‘Popular Songs’, aparte de la citada al principio, sonaron ‘Here To Fall’, ‘Avalon Or Someone Very Similar’ o ‘Periodically Double or Triple’, estupendas todas.
Pese al montón de años que llevan en esto, parece que no hayan perdido ni una pizca de ganas de pasarlo bien sobre las tablas, especialmente Ira, que se emocionaba durante sus anti-solos de guitarra, y hasta bajó del escenario en una ocasión. En los dos bises que pusieron la guinda al pastel, hubo más grandes momentos, como el viaje a ‘Ride The Tiger’, su álbum de debut, con ‘Cone Of Silence’, interpretada a petición del público, y, cómo no, ‘Sugarcube’, un himno que siempre apetece escuchar y mas aún en directo. Tras las casi dos horas de actuación, tuvieron el detalle de ir al puesto de merchandising a firmar discos, camisetas y entradas con la sonrisa y el agradecimiento de una banda debutante. A ver si se espabilan Sonic Youth el mes que viene, que dejaron el listón bien alto. 8.