Con la idea de crear una banda sonora para una película imaginaria, ‘El baile final…’ es un disco que tiene sabor a spaghetti western, y que a pesar de ser puramente instrumental (tan sólo se oyen algunas voces en ‘Alamerde’, una canción dedicada a Fernando Fernán Gómez y su célebre «a la mierda») se deja disfrutar. Como si uno estuviera metido en una película del oeste, Los Coronas alternan sonidos surf con otros más psicodélicos propios de la generación sixtie, e incluso con ecos más castizos de la mano del pasodoble.
Los 14 cortes de ‘El baile final…’ pasan en un suspiro, quizá debido a lo acelerado de muchas de sus canciones. Por suerte, dejan muy buen sabor de boca, recordando otros grupos parecidos y de igual talento, como Clint
. Pero lo que más destaca en todo el disco es su trompetista, Yevhen Riechkalov, que impregna algunas de las canciones (como por ejemplo, ‘Los Rumbaleros’) de un toque despiadadamente retro, pero al mismo tiempo deliciosamente moderno. Y lo mejor es que no hace falta ser un iniciado en el género para darse cuenta de la calidad de estos chicos: casi todas las canciones te traerán recuerdos de tu infancia, de las películas del oeste, y del tocadiscos desgastado de tus padres.Los Coronas sólo fallan un poco cuando se ponen melancólicos de más, cuando los punteos y rasgueos de guitarra prevalecen en exceso por encima de la batería (‘Calle Tesoro’), momentos en los que uno echa de menos el ritmo frenético de otros temas (‘Soul Surfer’, ‘Big Wave Riders’, ‘Flamenco’). Por cierto, muy recomendable la primera pista del disco, ‘Libertwango’, con un aire porteño marcadísimo que sorprende desde el primer momento.
Calificación: 6,75/10
Lo mejor: ‘Libertwango’, ‘Alamerde’, ‘Soul Surfer’
Te gustará si te gustan: Clint, la mayor parte de las BSO de Tarantino, en especial la de ‘Kill Bill’.
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