El próximo lunes 5 de abril se celebra la primera vista oral del juicio en el que la familia Jackson acusa al médico personal de Michael, Conrad Murray, de homicidio involuntario tras haberle suministrado una dosis excesiva de Propofol.
Según News of the World, un nuevo documento aportado a la investigación, sostendría que los médicos consiguieron revivir a Michael durante 10 minutos, una hora después de que su pulso se parara. Sin embargo, su corazón no consiguió seguir funcionando por sí mismo y finalmente se detuvo. El padre de Michael, Joe Jackson, lo considera otra prueba más contra el médico. «Las enfermeras y los médicos del hospital UCLA detectaron un pulso débil femoral y actividad cardíaca. A las 13:33 mostraba un ritmo ventricular débil. A las 13:52 tenía 53 pulsaciones por minuto. Pese a estos esfuerzos, Michael Jackson no tenía pulso ni latido del corazón espontáneos. Michael fue declarado muerto a las 14:26». Joe dice que las pruebas de este documento de trece páginas son condenatorias y que deberían encerrarle y «deshacerse de la llave».