Es en cualquier caso uno de los mayores éxitos del pop español, por lo que os dejamos una lista de 10 consejos a seguir si queréis componer un hit de esta magnitud, que os resuelva la vida.
1.-Cita una fecha: es infalible. Una de cada 365 personas cumplen años en ella, lo que nos lleva a pensar que quizá 150.000 personas en España cumplen años un día cualquiera como puede ser un 20 de abril. No está mal como público potencial. Además, otro porcentaje interesante celebra el aniversario o su ruptura el mismo día por una simple cuestión de estadística.
2.-Haz la letra en género epistolar: desde tiempos inmemoriales a la gente le encanta recibir cosas. Hoy triunfan mails, twits, sms o comentarios, antiguamente conocidos como cartas. La literatura y el cine han explotado este asunto muy bien, llenando guiones y episodios de misivas y mensajes en todo tipo de soportes. Haz tú lo mismo.
3.-Cita un lugar que pueda resultar familiar: La Cabaña del Tubo Turmo en este tema o El Amador en ‘Qué puedo hacer’ de Los Planetas cumplen una función esencial: situar la acción en un lugar concreto que, a poder ser, exista de verdad, para añadir dramatismo. Todo el mundo tiene un recuerdo traumático en algún bareto, lo que nos lleva de cabeza al siguiente punto.
4.-Habla sobre los celos: el «¿qué tal te va con el tío ese?» denota un inequívoco desprecio por el nuevo macho que sale con la destinataria de la carta. Ese resquemor comúnmente conocido como «celos» mueve el mundo.
5.-Habla con cuanta más nostalgia, mejor, de un pasado perfecto que igual nunca existió («las risas que nos hacíamos antes todos juntos»).
6.-Reserva el momento en que hables de nostalgia para la cumbre vocal de la canción («ya no queda casi nadie de los de antes y los que hay han cambiadoooooo, han cambiadooooooooo»).
7.-Reserva el momento en que hables de nostalgia para meter los arreglos orquestales más currados de la canción.
8.-Mete algo de lenguaje coloquial tipo «si te mola, me contestas», «pues nada, chica, lo dicho» para añadir realismo (más todavía).
9.-Mezcla ansia vengativa («espero que mis palabras desordenen tu conciencia») con un poco de victimismo («me encuentro vacío»).
10.-Haz una melodía así de buena.