Las tres hermanas ricas dedicadas al apasionante mundo de la aceituna (entre otros) de esta adaptación son auténticas mujeres de telenovela que no pueden evitar perder las bragas en cuanto se asoman a las 11.30 por la ventanilla de sus despachos para ver cómo tres de sus empleados, mozalbetes de muy buen ver, también hermanos, se beben su Coca-Cola light de la mañana. Ellos planean en realidad una turbia venganza, pero ellas, claro, no sospechan nada. Seguro que ninguno de los tres se enamora de verdad por el camino.
‘Gavilanes’, que comenzó con una chica poniéndose un sujetador y continuó con uno de los hermanos corriendo desnudo por un puerto, en una de esas escenas hechas para que en los foros gays
se pongan morados haciendo capturas, «pause» mediante, en apenas dos episodios nos ha dejado buenos momentos para el recuerdo, como el de la entrevista del personaje interpretado por Rodolfo Sancho, el de la hermana pequeña cayendo en brazos del hermano pequeño, ese en que uno de los personajes suelta «hoy llevo la misma ropa interior que Paris Hilton», el obligado en el vestuario… casi todos con base en lo que más nos gusta en esta vida: el putiferio, a poder ser rodeado de misterios súper chungos, nombres acompañados de espectaculares apellidos repetidos hasta la saciedad y frases tan ocurrentes como «vengo de estar con una mujer bella y rica», «soy muy ambicioso» y «quiero ser rico». Lo que decimos todos todos los días.Calificación: 4/10
Destacamos: las escenas de ducha
Te gustará si: ‘Al salir de clase’, ‘Valientes’, ‘Pasión de gavilanes’
Predictor: Que dure, que dure