El disco lo abre ‘Trinity’s Crying’, una pista quizá no muy alentadora para seguir escuchando. Nos podría situar en un bosque a medianoche, con todas sus criaturas saliendo de sus guaridas a través de un sollozo de lágrimas cansadas, «lloré en el hombro de tu madre, como un soldado con el corazón destrozado». Del bosque pasamos a la misma sabana con la más calmada ‘Smokey Taboo’, una nana para «niños del desierto». ‘Hopscotch’ llega, entre unos maravillosos paréntesis de música de cabaret de finales de siglo XIX, con el jungle de mediados de los 90 (del siglo XX, claro). El canapé raro de la bandeja que nadie quiere coger y al final resulta que es casi de los mejores.
‘Undertaker’ supone el verdadero viaje en el tiempo. Las hermanas cuentan que encontraron una cinta de casette de los años 70 con la voz de su madre entonando un canto cherokee y la utilizaron para completar una canción que ya tenían compuesta. El efecto scratch de la cinta sobre las voces de Sierra y Bianca verdaderamente pone los pelos de punta. ‘Grey Oceans’ es una caja de sorpresas y de pronto aparecen cosas como el cuento de hadas de ‘Fairy Paradise’ que se convierte en un temazo dance bastante adictivo o ‘Here I Come’ con aceleración y decelaración de voces que, sin aportar demasiado, no deja de llamar la atención.
Sin embargo, ‘Lemonade’, que contiene elementos de todos sus trabajos anteriores, es de los temas del álbum que más define a CocoRosie en el sentido más global y es, sin lugar a dudas, de los más efectivos del álbum. No es de extrañar que lo hayan elegido como single. Los asistentes al Primavera Sound tienen la posibilidad de ver cómo suena lo nuevo de CocoRosie en directo este viernes 28 y los días que siguen estarán en otras ciudades españolas.
Calificación: 7,25/10
Lo mejor: ‘Lemonade’, ‘Smokey Taboo’, ‘Hopscotch’, ‘Undertaker’
Te gustará si: te gustan CocoRosie
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