En este caso, ‘Operación Momotombo’ recoge a tres chicas y dos chicos que son, prácticamente, un cliché de sí mismos. Está la consentida que coquetea con las drogas, la híper chunga que se pelea con su hermana y terminan dándose hostias hasta en el carné de conducir, el vago enganchado a los videojuegos con tatuaje de Héroes del Silencio incluido, la que trata a su madre como si fuera su criada y una especie de metrosexual con unos estilismos imposibles cuya mejor frase ha sido una autoparodia: «yo me defino como físico, puro físico, músculo. Sólo físico». Y es cierto, porque lo que es de cerebro, el pobre no va precisamente sobrado.
El programa se desarrolla en Nicaragua, donde los chonis viajan para ayudar a construir un comedor en una escuela. Además, está conducido por un Julio Salinas que no para de decir frases de 0,60 del palo «sois pobres, pero sois ricos en hospitalidad y generosidad» y cosas por el estilo que son totalmente innecesarias por puramente gratuitas.
El programa no deja de ser totalmente desechable, pero se aguanta fundamentalmente en la gente que se ve reflejada y se muere por saber si los jovenzuelos se reformarán o no. Aunque ya conocemos la respuesta, claro: volverán suaves de lo lindo, pero les durará un suspiro.
Calificación: 3/10
Destacamos: la cantidad de tacos por minuto que son capaces de soltar estas perlas.
Te gustará si: ‘Supervivientes’, ‘Hermano mayor’, ‘Esta casa es una ruina’, ‘Generación Ni-Ni’.
Predictor: probablemente no calará: los domingos de verano son muy difíciles.