‘First In Line’, el single ‘On Your Own’ o ‘Crying for Hollywood’ bordean con sus teclados la perfección melódica. Las canciones que escribe James Yuill son bonitas, están muy bien producidas y recuerdan que la denostada década del technopop no sólo puede dejar producciones kitsch o retro a lo La Roux. James Yuill tiene la cualidad, por suerte, de sonar a nuestro tiempo.
Por alguna razón en medio de todo esto gusta de incluir temas acústicos como ‘Wild Goose At Night’ o ‘Foreign Shore’, por el que podrían asomarse los mismísimos Sufjan Stevens y Kings of Convenience. Sin embargo, Yuill consigue que estos temas encajen en el disco añadiéndoles algún efecto puntual. Y aunque la segunda mitad del álbum no sea tan buena como la primera, el álbum se cierra de manera notable con ‘Taller Son’.
James Yuill aclara en su web que no hace todo solo porque en este disco le hacen coros Rebecca de Slow Club, Jess Bryant y Samantha Whates. Pero es casi un eufemismo. Después de verle afrontar en solitario un concierto tocando todo tipo de aparatos, guitarras o alterar con sus propias manos las proyecciones, es difícil no pensar en él como en uno de los personajes más simpáticos de la electrónica pop internacional.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘On Your Own’, ‘Give You Away’, ‘Crying For Hollywood’
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