El (excelente) dibujante de cómic Joann Sfar debuta en el cine con una biografía (creativa) sobre Serge Gainsbourg. Y, por supuesto, en sus comentarios incluidos en las notas de prensa se puede leer “mi película es muy fiel a su vida, pero no se trata de un simple biopic”. ¿Qué hace que ‘Gainsbourg (Vida de un héroe)’ no sea un “simple biopic”? La estrategia seguida por el director: emborronar la fórmula del biopic al uso con tachones fabulescos y fantasiosos. Sfar hace una hagiografía en la que introduce elementos fantásticos salidos del subconsciente de Gainsbourg. De entre todos destaca su álter ego, Gainsbarre, personaje que creó en 1979 y que aquí es la materialización en forma de marioneta de su (mala) conciencia, encargada de recordarle todas sus frustraciones reprimidas y ocultas.
¿Es esto suficiente para afirmar “no se trata de un simple biopic”? En mi opinión no. ‘Gainsbourg (Vida de un héroe)’, por mucho que el director se empeñe en enmascararlo, es, sí, convencional, formularia y un vehículo para el lucimiento del actor. Un desconocido Eric Elmosnino que, ¡hay que ver lo que se parece! O, en otras palabras, una película para que disfruten los fans de Gainsbourg, con algunas de sus canciones más famosas, desfile de celebrities parisinas (Boris Vian, Brigitte Bardot, Juliette Gréco, Jane Birkin…) y jugosas anécdotas biográficas. 6.