Exiliada a México tras la Revolución Cubana, en los 60 vivió su consagración definitiva en el mercado norteamericano, siendo la primera artista latina en actuar en el Carnegie Hall neoyorquino. Sus arrebatadas y apasionadas interpretaciones de las composiciones de José Alfredo Jiménez, Luis Demetrio o Armando Manzanero la elevaron a la categoría de icono musical del pasado siglo, y así lo entendió, entre otros, Pedro Almodóvar, que la hizo protagonista de uno de sus primeros cortos
con un impagable playback de ‘La maleta’ a cargo de la genial Josele Román. Guillot siguió en activo hasta el año 2002, a sus 75 años, después de treinta álbumes, veinte discos de oro, diez de platino y uno de diamantes, pero por encima de todo hizo eternas canciones como ‘Adoro’, una de las piezas más maravillosas jamás escritas que pocos como ella (quizá solo Bambino) podían interpretar como se merece.Gracias a calamardo.