Santander Amstel Music: sábado

Buenas vibraciones en la noche del cierre del recinto de la Campa de la Magdalena, tras nada más entrar, escuchar el ‘Howling at the Moon’ (Sha-la-la) de los Ramones. Una pena que a diferencia de la jornada anterior, Dj Patrullero no rematase la faena volviendo a pinchar tras los Dandy Warhols, lo que obligó a más de uno a quedarse con las ganas y a tener que buscarnos la vida en sitios de esos de los que te vas diciendo: «si lo sé no vengo». Otro tema que se debería cuidar para futuras ediciones es la previsión de suficientes baños para que los asistentes no tengan que recurrir a cualquier parte, ya que las escasas 13-14 cabinas existentes se vieron desbordadas en muchos momentos. Tampoco parece muy adecuada la prohibición de pasar comida al recinto. Por lo demás, felicitar a la organización por un festival con un gran cartel, sin sobresaltos de última hora, precios asequibles, rápido servicio y buen trato recibido en general (por lo menos en lo que a mí respecta).


La Habitación Roja: Abrían con fuerza con ‘Largometraje’ el escenario Amstel. Impecable concierto, que demuestra que para animar al público no es necesario recurrir a tópicos de orquesta de fiestas tipo: «¡venga (ciudad/pueblo de turno), vámonos!» que posteriormente tanto se escucharon en el escenario 2016. Sonaron joyas como ‘La Edad de Oro’, ‘Mi habitación’, ‘Voy a hacerte recordar’, ‘Agujeros negros’… con un Pau muy comunicativo, que bromeaba con el público sobre sus colegas sidonios con aquello de “os dejamos con el brit pop mainstream de Sidonie” y que pidió encarecidamente a seguridad que dejasen subir a Bob Esponja (presente entre el público y al parecer, fan de la banda), lo que finalmente no pudo ser. Eso sí, al menos Bob Esponja “junior”, en formato globo, sí que acabó elevándose, y por todo lo alto.

Dorian: Se podía divisar la luna cuando arrancaban con ‘Simulacro de emergencia’. En estricto orden seguían con ‘Verte amanecer’, ‘Paraísos artificiales’… pero al poco, la actuación tuvo que ser detenida durante algunos minutos por problemas de tensión eléctrica en este segundo escenario. Aun así, se pudo comprobar que un buen número de incondicionales arroparon durante todo momento a la banda, lo que resultó bonito, aunque por momentos algo cansino también, con ese “otra, otra” desde ya la misma mitad de la actuación (cuando ningún miembro de Dorian había anunciado ni por asomo la proximidad del último tema).

A diferencia del FIB, el Santander Amstel se ha caracterizado por la actitud cívica de no lanzar vasos de “dudoso contenido”, pero durante este concierto se pudo comprobar cómo algunos cretinos se esforzaron en recrear esta estúpida costumbre hooligan, con una revista. Imagino la gracia que le hizo al que le cayó en la cabeza, porque se lanzó varias veces desde el lateral izquierdo. En fin…

White Lies: Buen sonido y algún que otro momento decente con ‘Farewell to the Fairground’, ‘To Lose My Life’ o ‘Death’. Aunque tengo que reconocer que no son santo de mi devoción, me mola ese punto de conexión que les encuentro con la banda indie de los 90 Marion. Lo que me aburre soberanamente es el rollo copia Joy Division, una fórmula demasiado trillada ya. Creo recordar que presentaron al menos un tema de lo que será su futuro 2º trabajo, veremos si llegamos a conocer el tercero…

Sidonie: No me mola cebarme con nadie para quedar de ocurrente, como pasa a menudo en muchos de los artículos musicales y/o en sus respectivos comentarios. Así que simplemente diré que en su concierto, que comenzó con bastante retraso, a mi juicio hubo momentos para todo, lo que me gustaba de la banda (por ejemplo ‘Feelin’ Down’, ‘Fascinado’, ‘On the Sofa’) y lo que no me gusta (‘Por ti’, ‘Nueva York’). Respecto a su actitud sobre el escenario, nunca me ha convencido mucho, la verdad, y menos ahora con ese rollo de nombrar a la ciudad de turno hasta la saciedad. Aun así, a su favor, destacaría el punto de esa explosión de fuego final, que tenía ese toque de santidad propio de las bandas heavys de los 80 y que les quedó gracioso. El final Doors con ‘Riders on the Storm’ tampoco estuvo mal, aunque esas risas diabólicas lo ensombrecieron un poco.

The Dandy Warhols: Proyecciones retardadas en blanco y negro en las pantallas (al estilo de aquella actuación de los Ranconteurs en el FIB del 2008), iluminación estudiada de atmósfera psicodélica, acompañado todo ello de grandes canciones: ‘Good Morning’, ‘We Used To Be Friends’, ‘Not If You Were The Last Junkie On Hearth’, ‘Solid’, ‘Bohemian Like You’, ‘Get Off’… En definitiva, ¡vaya concierto! De los que cautivan tu mente para una buena temporada. Hasta ese momento había cumplido a rajatabla con aquello de tener que salir del foso (los de prensa) al término de la tercera canción, pero esta vez no me podía mover (eso sí, sin molestar a nadie, no como otros gañanes con sombrero de paja, como acertadamente ha explicado alguien en los comentarios del viernes), hasta que me largaron de allí los de seguridad. Geniales, me encantaron. I feel it, I feel it, I feel it babe, baby, come on. Airgamboy.

Fotos: Óscar Mulero / Santander Amstel Music.

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