No ganará con él ningún premio a los mejores efectos especiales, pero nos regala unas cuantas escenas realmente hilarantes, recordando por su estética retro a célebres (por polémicas, sobre todo) películas de nuestro cine de los 70 como ‘No es bueno que el hombre esté solo‘ de Pedro Olea o ‘Tamaño natural‘ de Luis G. Berlanga, con temática análoga. Casi un género que, casualidad o no, recientemente ha tenido un pequeño revival en dos obras como ‘Air Doll‘ o ‘Lars y una chica de verdad’, protagonizada por Ryan Gosling (Dead Man’s Bones).
Gracias a arn, por la sugerencia.