Por empezar hablando de algo, mencionaremos el tema del continente: el simple hecho de ver esa portada nos sigue produciendo escalofríos. ¿Quién ha perpetrado semejante atentado estilístico? Y lo que es más importante: ¿por qué? En cuanto al contenido, es lo que os estáis esperando: synthpop puro y duro, como el que llevan haciendo toda la vida Bell y Clarke, pero sin un sonido actualizado o un mínimo atractivo. De hecho, al final ‘Non-Stop’ se convierte en un aburrido ejercicio de nostalgia que nadie había pedido.
Quizá uno de los responsables de esta situación sea el productor del LP, Pascal Gabriel, quien pese a haber colaborado esporádicamente en discos de la talla de ‘Fever’ y con personajes reconocidos del mundo del indie como Little Boots o Ladyhawke, no ha sabido pulir del todo ‘Non-Stop’, desaprovechando oportunidades como ‘Subject / Object’ o ‘Slow Release’ y convirtiéndolas en piezas más propias de un museo que de un disco de 2010. El álbum es prácticamente imposible de escuchar por su inmovilidad y falta de evolución, pero además porque ninguno de sus tres singles (dos fueron lanzados por adelantado y bajo pseudónimo) es lo suficientemente pegadizo como para ser digno de mención.
Por suerte no absolutamente todo es tan horrible, y ‘Non-Stop’ tiene alguna que otra cosilla que se puede escuchar. Ahí están la propia ‘Non-Stop’, bastante depechemodiana); ‘DHDQ’, muy Scissor Sisters y dedicada a Debbie Harry (el título es un acrónimo del estribillo, «Debbie Harry Drag Queen») o ‘Honey If You Love Him (That’s All That Matters)’, a dúo con Perry Farrell (cantante de Jane’s Addiction) que, como poco, dan una alegría de vez en cuando.
Calificación: 4/10
Lo mejor: ‘Honey If You Love Him (That’s All That Matters’), ‘Non-Stop’.
Te gustará si te gusta: vestirte como Cindy Lauper.
Escúchalo: en Spotify.