Este fin de semana hemos visto en los medios de comunicación titulares tan impactantes como «Benicássim se deja rastas». En el mismo recinto del FIB, donde se han dado cita durante años la modernidad o el hooliganismo británico, se ha celebrado nada menos que el mayor festival de reggae de Europa, el Rototom Sunsplash. Un vistazo a las fotos impacta un poco ya que salvo por Madness, The Specials o Amy Winehouse, que a veces versiona clásicos de ska, pocas cosas parecidas hemos visto en este recinto, que tenemos tan asociado al look indie. El mayor encantado parece el alcalde, Francesc Colomer, que, según El País y en compañía de la ministra de Cultura de Jamaica, Oliva Grange, «se marcó un discurso a lo Martin Luther King y proclamó su ciudad como «paraíso» y «ciudad de festivales»». Una pena habérnoslo perdido.