La historia se sustenta unas veces sobre la geografía de un espacio y otras sobre la geografía de un tiempo, dando lugar a dos mapas que en muchos momentos se cruzan. Sin prácticamente darnos cuenta, el viaje de Leonard nos permite explorar deseos imposibles y mal definidos de algún personaje del periplo.
Con un buen punto de partida, algo confuso a la mitad, avanzando con cierta pericia y con un final que algunos se pueden esperar, la obra de Dylan Horrocks es un relato lleno de sorpresas, misterio e intriga. En compañía de personajes sólidos, quizá en algún momento demasiados, ligados todos a la pequeña y lejana Hicksville, Dylan demuestra versatilidad al realizar distintas formas y trazos al dibujar (siempre en blanco y negro), dependiendo del curso de la historia.
Astiberri reedita ahora ‘Hicksville’ después de haber sido publicado por De Ponet y Ediciones Balboa en el 2003, incluyendo una versión ampliada con una introducción de trece páginas de este clásico de Dylan Horrocks. Inevitablemente el autor no puede disimular una pasión contagiosa por los cómics, dibujar, el coleccionismo en general y por Hergé en particular. No en vano desde hace más de un año, bajo el nombre Hicksville Comics, el neozelandés sigue transmitiendo con pequeños relatos online, ese entusiasmo. 7.