La década de inspiración siempre ha sido la de los 70, y si en su anterior disco decidieron lanzarse hacia terrenos psicodélicos y progresivos, con grandes referentes como Hawkwind o Pink Floyd, en esta tercera entrega optan por volver al modo de hacer las cosas de su primer álbum, donde había un equilibrio entre los sonidos citados y el rock duro à la Led Zeppelin / Deep Purple / Black Sabbath. Elijan el camino que elijan, saben cómo sobrecoger al oyente tanto en los picos más eléctricos (‘Let Spirits Ride’, ‘Old Fangs’) como en los valles más calmados y acústicos (‘Radiant Hearts’, ‘Buried By The Blues’, ‘The Space Of Your Mind’) y en los cortes que están a medio camino y son más elaborados (‘Rollercoaster’, ‘Wilderness Heart’). Cante McBean o Amber Webber, dominen los riffs pesados de guitarra o los órganos y sintetizadores de Jeremy Schmidt, nada está fuera de lugar, y logran mantener la atención en todo momento en otro gran álbum carente de minutos sobrantes y lleno de talento. Lo más acojonante de todo es que en directo superan toda grabación, y eso, sumado a todo lo aquí descrito es señal inequívoca de que estamos ante uno de los mejores grupos de los últimos años.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Old Fangs’, ‘Rollercoaster’, ‘Let Spirits Ride’, ‘Buried By The Blues’.
Te gustará si te gustan: Hawkwind, Pink Floyd, Black Sabbath
Escúchalo: Myspace